Valladolid y Guimarães han dado un paso importante hacia la cooperación internacional con la firma de un protocolo que establece una colaboración estrecha en torno a la Constelación del Atlántico, un innovador proyecto de Observación de la Tierra. Este acuerdo, rubricado por el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, y el presidente de la Cámara Municipal de Guimarães, Domingos Bragança, no solo pone en valor la industria espacial de ambas regiones, sino que también refuerza el compromiso de ambas ciudades con la sostenibilidad y la neutralidad climática.
Ambas localidades forman parte de la Misión Europea de Ciudades Climáticamente Neutras en 2030, y este protocolo refleja su voluntad de colaborar en áreas como la innovación, la transición digital, la protección del medioambiente y el desarrollo de la nueva economía espacial.
La Constelación del Atlántico: un proyecto de vanguardia
La Constelación del Atlántico es un proyecto conjunto entre España y Portugal que busca mejorar la gestión y protección del territorio a través de satélites de Observación de la Tierra. Estos satélites, que operarán de manera coordinada entre ambos países, ofrecerán datos esenciales para la gestión de emergencias, la seguridad, el manejo de recursos naturales y la vigilancia ambiental.
En el marco de este proyecto, Valladolid y Guimarães están apostando por una colaboración que involucra a universidades, centros de investigación y empresas. La empresa Geosat, con sede en el Parque Tecnológico de Boecillo y en Portugal, lidera el consorcio encargado del Centro de Operaciones del Atlántico, desde donde se controlará la flota de satélites. Este centro será clave para la gestión de datos que apoyen la planificación territorial, la evaluación ambiental, y la prevención de desastres naturales.
Compromiso con la sostenibilidad y la neutralidad climática
El impacto ambiental de la Constelación del Atlántico es notable, ya que permitirá un monitoreo más preciso de los recursos naturales y un mejor seguimiento de los cambios en los ecosistemas, esenciales para su conservación. Valladolid y Guimarães, comprometidas a ser climáticamente neutras en 2030, aprovecharán este acuerdo para intercambiar experiencias y acelerar la transición hacia la sostenibilidad.
El protocolo también fomenta el desarrollo de ciudades más inteligentes y resilientes, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos mediante una movilidad más inteligente y descarbonizada, y promoviendo la cohesión social.
Un acuerdo con proyección a futuro
Este protocolo no solo se centra en la innovación tecnológica, sino que también abre la puerta a la cooperación en otros ámbitos como el turismo, la gastronomía y el patrimonio. Además, ambas ciudades buscarán participar conjuntamente en proyectos europeos que impulsen su desarrollo económico y cultural.
El Ayuntamiento de Valladolid reafirma su compromiso con la dinamización empresarial y el desarrollo sostenible, apostando por la transformación digital y la innovación como motores de progreso.