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jueves, noviembre 14, 2024

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El Coso del Arrabal celebra 75 años de vítores en Medina del Campo

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ESPECIAL LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA – FERIAS Y FIESTAS DE SAN ANTOLÍN 2024

Paula de la Fuente-. El sol abrasaba aquella tarde. Era 3 de septiembre de 1949 cuando los toros de la ganadería de Samuel Hermanos hacían alarde de su trapío en el nuevo coso. Las crónicas de la época describieron cómo a las seis y cuatro minutos de la tarde de aquel año, se iniciaba el primer capítulo de la nueva historia de la Plaza de Toros de Medina del Campo. Un momento que quedaría para siempre en el recuerdo y en en la historia de la tauromaquia de esta villa que hoy dibuja un total de 75 años de ovaciones, pañuelos blancos y algún que otro silbido.

Entre el bullicio de los tendidos llenos, los abanicos y las peinetas, aquel 3 de septiembre desfilaron las cuadrillas de tres figuras del toreo: Domingo Ortega, Pepe Luis Vázquez y Manolo González. Los diestros hicieron disfrutar a los allí presentes por naturales y pases de rodillas, entre otras suertes.

Fue a primeros de noviembre de 1948 cuando comenzó la construcción de la infraestructura tras el empeño de Manuel Casares Ramos, motivado por las sugerencias de su sobrino, Emilio Casares Herrero. Apenas nueve meses después, la Plaza de Toros, con un total de 10.000 localidades, abría sus puertas a un público que, hasta entonces, había disfrutado de los festejos taurinos en escenarios muy diversos. Sin duda, uno de los más recordados es la Plaza Mayor de la Hispanidad, convertida en coso taurino mediante talanqueras y ‘tablaos’.

A pesar de ser la Plaza Mayor uno de los cosos más emblemáticos, especial mención merece la erigida en los jardines del Hospital Simón Ruiz. Con raíces en Bilbao, una sociedad conformada por varios medinenses levantó este coso, en el que se llevaron a cabo corridas de toros. Antonio de Dios ‘Conejito’ o Fernando Gómez ‘El Gallo’ padre, fueron algunas de las figuras que destacaron por sus emblemáticas actuaciones en dicho coso medinense.

Tendidos del Coso del Arrabal, entre los rostros, el Señor Fermín // Foto: ATC Los Cortes

Cal, ladrillos, cemento, hormigón, madera y tejas fueron alguno de los materiales empleados por los más de 70 obreros en 1948. Fue el propio camión de Manuel Casares el que arrastró 8.500 toneladas de elementos para llevar a cabo el sueño de muchos medinenses: edificar la Plaza de Toros de la villa. En el programa de festejos de 1949, Casares Ramos aseguraba que el diámetro exterior constaba de 80 metros y la altura era de 11 metros.

Un elemento característico, e incluso emblemático, de la edificación, fue el tejadillo que cubría las 10 últimas filas del Coso del Arrabal. Tras su derrumbe y después de las consiguientes reformas, además de suprimirlo, se pasaron de 10.000 a 8.304 localidades. Una serie de datos y cuestiones que se refrescaron ahora ya hace 25 años, durante el ciclo del 50 aniversario de la plaza; un evento organizado por la ATC «Los Cortes» en el que se elaboró un pergamino histórico sobre este entrañable edificio.

Ciclo del 50 aniversario de la Plaza de Toros de Medina del Campo // ATC Los Cortes

A pesar de soplar la vela número 75, los medinenses siguen recordando con estima la historia que guarda este coso taurino, así como las figuras taurinas locales y nacionales que han pisado su ruedo. A lo largo de estos días se volverá a escribir sobre la plaza de toros medinense. Relatos que formarán parte de la historia de la tauromaquia para generaciones futuras.

La conversación entre el alcalde de Medina y Domingo Ortega que vaticinó la primera cita taurina en el Coso del Arrabal 

Era 1948 cuando el prestigioso crítico taurino Antonio Díaz-Cañabate, de la mano Domingo Ortega y Luis Calvo, situaba a Medina del Campo en el mapa para materializar lo que, de manera totalmente improvisada, sería una de las precuelas que derivaría en la primera de las citas taurinas a celebrar en el nuevo Coso del Arrabal. Volvía esta ‘cuadrilla’ de Astorga, enclave en el que Ortega estaba anunciado en cartel, cuando decidieron poner rumbo a la Villa de las Ferias para cenar aquel día. De pronto, y de manera inmediata al entrar al restaurante, el alcalde de la localidad se acercó a ellos para intercambiar una serie de rumores que se mascullaban por entonces en relación a Domingo Ortega. Así se refirió el regidor al diestro:

«— ¿Es verdad lo que se dice por aquí, que piensa usted construir una plaza de toros en Medina? Vengo a ofrecerle a usted todas las facilidades posibles.

Domingo Ortega se quedó de una pieza.

— Es mi primera noticia. Jamás he pensado en construir plazas de toros, ni aquí ni en ninguna parte.

Pero el alcalde y los conspicuos de la localidad que lo acompañaban, no se convencieron con estas palabras, y durante toda la cena porfiaron para persuadir a Domingo Ortega para que este se decidiera a emprender las obras. En vano negaba una y otra vez.

—Usted sabrá por qué dice que no —alegaban—, pero nosotros lo sabemos de buena tinta.

Y allá los dejamos, seguros de que el maestro borojeño era un tuno que ocultaba sus intenciones. Y de que al año siguiente Domingo Ortega inauguraría, como torero, como empresario y como propietario, la Plaza de Toros de Medina del Campo».

Así relata la crónica, en la voz del propio Díaz-Cañabate, aquella conversación mantenida entre Aurelio Rojo -alcalde de aquella época tal y como consta en el archivo digital de la Fundación Museo de las Ferias- y Domingo Ortega, que él presenció en primera persona. Un artículo publicado en la revista especializada El Ruedo, días después de la inauguración del Coso del Arrabal (el 3 de septiembre de 1949).

«Y así ha sido: Domingo Ortega ha matado el primer toro en la nueva plaza. Pero actuó solo como torero», explicaba el crítico taurino, que además añadía: «Lo que no cabe duda es que los medinenses se han movido bien, y en el corto espacio de un año han resuelto todos los inconvenientes, y ya poseen una flamante, capaz y alegra plaza de toros. Que sea para bien de ellos de la Fiesta».

Fue gracias al empeño de la familia Casares la máxima por la que hoy la villa disfruta de una plaza de toros, definida en su momento inaugural de tal modo: «El tendido termina bajo techado. No deja de ser alegre. No es tan fácil como parece el que una plaza de toros sea alegre», en palabras de Díaz-Cañabate.

«Hasta ahora, Medina del Campo celebraba sus festejos taurinos en su hermosa plaza con soportales, cogollo de la población, que engalanan dos bellos edificios: la Iglesia de San Antolín y el Ayuntamiento. Famosas han sido las capeas de Medina del Campo; pero la villa, centro ferroviario, cerealista y ganadero, tan importante y tan rica como una capital de provincia, aspiraba, con razón, a tener una plaza de toros no improvisada, en donde pudieran verse corridas de importancia», explicaba el crítico.

Y de aquella conversación, que fundamenta esa parte de la intrahistoria unamuniana que se desprende del Coso del Arrabal, nacen también los propios hechos como tal. «En el ruedo, el escudo de la villa, dibujado en arena coloreada, presidió el despeje. Flameaban en lo alto de las gradas gallardetes, y en las barreras, que por cierto no tienen maromas protectoras, el mujerío lucía sus mantillas. No lo puedo remediar, uno es un sentimental. Me ganó un poco la emoción de asistir, por primera vez, en cuarenta años de ver toros, a la inauguración de una plaza».

Y así finalizó el crítico taurino taurino su crónica, haciendo alusión no solo a la inauguración de la nueva plaza -en la que torearon Ortega, Pepe Luis Vázquez y Manolo González, reses de la ganadería de Samuel Hermanos- también al ímpetu de toda la ciudadanía en su deseo de disfrutar y cuidar la tauromaquia medinense. He aquí otro somero capítulo más a la dilatada historia taurómaca de la Villa de las Ferias.

 

11 COMENTARIOS

  1. Se le ‘agradece’ los «servicios» prestados, pero ya es hora de ir echando el cierre a ese recinto con la actividad que en ella (de forma muy esporádica y costosa) se va desarrollando y reformarlo para que tenga otra utilidad. Sala de conciertos, recinto ferial y (traslado) vivero de empresas.

    • El único partido que ha apostado por ello ha sido el PSOE llevando en programa el cubrirlo. Los demás nada

      • Por eso han dimitido dos, porque hasta vergüenza de esto les da.
        Primero un estudio económico y después nos reímos todos de ellos. Venga chavales del PSOE aupar ya al de boba-dilla y cambiar de rumbo.

      • El PSOE cubrirlo para toros, no para que fuese empleado para otros usos.

        Esto es inevitable. Una pequeña prueba:
        En diciembre de 2019 la SER emitió el último programa de ‘Los Toros’, y en octubre de 2022 el último podcast.
        En mayo de 2022 El País eliminó la sección taurina de su edición impresa.
        En marzo de 2023 se cerro Canal Toros.
        Marca (edición impresa y web) dejo de publicar artículos de toros en mayo de 2024.

  2. No van más que 4 viejos y algún voxito casposo a los toros y eso que regalan las entradas.
    Otra utilización es necesaria, ah y no os olvidéis de arreglar los baches, que ya algunos son ya socavones

    • Nos son baches, son ondulaciones, y los socavones, pues paciencia que poco a poco con la acumulación de envoltorios, hojas, pipas, colillas, cadáveres de ratas y otras mierdas se pueden ir nivelando este otoño.

  3. Leer como soltais la bilis produce un gozo tremendo. Gracias por tanto, frikazos.

    • 60 años disfrutando de como una vaca agoniza. Normal que digas eso.

  4. Como que la izquierda se carga los toros no montáis lo de la calle carreras se lo a cargado la asociación taurina que hay en dicha calle y el grupo que gobierna el ayuntamiento… la izquierda no tiene nada que ver pedir cuentas a los responsables

  5. Habría que tirarla entera, se usa dos veces al año para cuatro paletos y cuatro casposos que encima tiran del presupuesto de todos, pero claro con un lcalde señorito andaluz, galguero y fiestero… a disfrutar lo votado…

Los comentarios están cerrados.

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