Los reyes Felipe y Letizia, asistieron a la ceremonia inaugural de los Juegos de la XXXIII Olimpiada en París. Por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos de Verano, la ceremonia no se celebró en un estadio, sino en el corazón de la ciudad, a lo largo del río Sena.
Desfile fluvial de atletas
El desfile de los 10.500 atletas participantes tuvo lugar en el Sena, con embarcaciones asignadas a cada delegación nacional. Desde el puente de Austerlitz hasta el Trocadéro, los atletas recorrieron 6 km por el emblemático río, pasando por destacados lugares como el Jardín des Plantes, la Île Saint Louis, la Île de la Cité, y el Grand Palais.
Delegación española
La delegación española desfiló en la posición número 62. Numerosos espectadores se congregaron a lo largo de las orillas del Sena para presenciar el evento y animar a sus equipos nacionales. A bordo de las embarcaciones, los atletas pudieron disfrutar de vistas espectaculares de la ciudad y de algunos de los escenarios oficiales de los Juegos, como el Parc Urbain la Concorde y la Esplanade des Invalides.
Actos protocolarios y espectáculos
El desfile culminó en el Trocadéro, donde se llevaron a cabo los actos protocolarios y los espectáculos finales. Sus Majestades los Reyes llegaron a la Sala de Protocolo en la Plaza de Trocadéro y ocuparon sus asientos para presenciar la ceremonia. El evento también contó con la participación de otros dignatarios y personalidades.
Unos Juegos para los Atletas
La ceremonia inaugural, que destacó por su innovación y espectacularidad, subrayó el compromiso de París 2024 de celebrar unos Juegos creados por y para los atletas. A lo largo de la ceremonia, los atletas compartieron el escenario con artistas, simbolizando la unión del deporte y la cultura.
La inauguración marcó el inicio de 16 días de competencia y camaradería, con París como vibrante escenario de las proezas deportivas que el mundo está ansioso por ver.
Menos mal