Jorge Peña-. El salón de plenos del Ayuntamiento de Medina del Campo inauguró una etapa marcada por el compromiso de Sofía Téllez y Ana Belén Galán, nuevas concejalas del PSOE que han asumido su cargo tras la renuncia de varios compañeros de lista. Sofía, con una trayectoria política consolidada, y Ana, destacada por su vinculación al ámbito sindical y su sensibilidad hacia las necesidades sociales, aportan perspectivas complementarias para abordar los retos del municipio. Unidas por el objetivo de mejorar la calidad de vida en Medina, estas dos mujeres enfrentan su labor en la oposición con propuestas centradas en los vecinos, en un escenario político donde las tensiones en los plenos dificultan el diálogo y la cooperación.
Un inicio marcado por la responsabilidad y el aprendizaje
Para Sofía, asumir su rol como concejala fue un momento de gran relevancia personal y política. “Sientes una responsabilidad enorme, porque representas no solo a los que votaron por nuestro partido, sino a todos los vecinos. Tienes que trabajar para que Medina avance, sabiendo que cada decisión puede influir en la vida de muchas personas. Por eso, trato de afrontar este reto con compromiso y dedicación, aunque es una labor que exige tiempo y sacrificio personal.”
Ana, quien lleva menos tiempo involucrada en la política local, explica que su llegada fue más inesperada. “Todo sucedió muy rápido, ya que dos compañeros no pudieron continuar. De repente, me vi con este reto en las manos, pero siempre me ha gustado la política y creo que puedo aportar desde mi experiencia, tanto en el ámbito sindical como en mi conocimiento del municipio. Aunque ha sido un cambio grande, lo estoy afrontando con ilusión y con el apoyo de mis compañeros, que son muy cercanos y colaborativos.”
Un clima hostil en los plenos
Una de las mayores preocupaciones de ambas concejalas es el ambiente que se respira en los plenos del Ayuntamiento, donde señalan que, en lugar de primar la cooperación, se han convertido en escenarios de confrontación personal. “Muchas veces da la sensación de que no importa la propuesta que presentemos. Incluso cuando parece que están de acuerdo, acaban votando en contra, probablemente por demostrar que ellos tienen el control,” denuncia Sofía. “Hay respuestas del equipo de gobierno que no solo rechazan nuestras ideas, sino que a veces incluyen ataques personales. Esto no beneficia a nadie, porque al final, lo que debería prevalecer es el bien común.”
Ana comparte esta opinión y va más allá al explicar cómo estas dinámicas afectan el trabajo político. “En los plenos, en lugar de debatir con argumentos, parece que se busca imponer posturas por orgullo. Hay mucha hostilidad. Esto se traduce en discusiones que van más allá de lo político y se convierten en algo personal. No se trata de ganar o perder una votación, sino de encontrar soluciones para los problemas reales del pueblo, y en este ambiente eso se hace más difícil.”
Ambas consideran que el presidente del pleno, el alcalde, debería desempeñar un rol más neutral. “Su trabajo debería ser moderar con imparcialidad, no utilizar su posición para dar la última palabra en cada debate. Si realmente todos trabajamos por el bien de Medina, deberíamos dejar a un lado las riñas personales y centrarnos en lo que importa,” afirma Sofía. Ana añade: “Los plenos deberían ser un espacio de diálogo constructivo, no un campo de batalla.”
Propuestas concretas para un Medina mejor
A pesar de las dificultades, Sofía y Ana trabajan en propuestas que buscan abordar problemas cotidianos y mejorar la calidad de vida en el municipio. Entre sus preocupaciones destacan el estado del mobiliario urbano, las calles y los parques infantiles. “Hay zonas que están completamente abandonadas, como la avenida de San Roque o la avenida del Castillo. Estas calles no solo tienen baches enormes, sino que carecen de una iluminación adecuada y aceras transitables. Es una imagen muy negativa para quienes nos visitan, pero también un problema diario para los vecinos,” explica Sofía.
Ana, por su parte, pone el foco en revitalizar el comercio local y frenar la despoblación. “Medina siempre ha sido un referente co mercial en la comarca, pero en los últimos años ha perdido mucha actividad. Me gustaría ver iniciativas que apoyen a los pequeños empresarios, que fomenten el empleo y ofrezcan a los jóvenes razones para quedarse. Si no ofrecemos oportunidades, la población seguirá envejeciendo y disminuyendo.”
Ambas concejalas destacan también la importancia de escuchar las demandas de los vecinos. “Muchos de los problemas que planteamos en el pleno los recogemos directamente de los ciudadanos. Cosas como calles en mal estado, problemas de limpieza o falta de mantenimiento en los parques. Son cuestiones que afectan a todos, y nos esforzamos por llevarlas al Ayuntamiento para buscar soluciones,” comenta Ana.
El reto de trabajar desde la oposición
Aunque reconocen las limitaciones de estar en la oposición, ambas aseguran que su intención es siempre constructiva. “Nuestra labor no es criticar por criticar, sino proponer ideas que beneficien a Medina. Pero necesitamos que el equipo de gobierno esté dispuesto a escuchar y a aceptar que, a veces, las buenas ideas vienen de la oposición,” afirma Sofía. Ana agrega que, en muchas ocasiones, se pierden oportunidades por no querer ceder. “Parece que si la idea no es suya, no vale. Es frustrante, porque hay temas en los que claramente estamos de acuerdo, pero por orgullo o rivalidad política no se avanza.”
Un mensaje a los vecinos
También invitan a los vecinos a participar más activamente en la vida política local. “Queremos que acudan a los plenos, que nos hablen en la calle, que nos trasladen sus inquietudes. Al final, nuestra labor es representarles, y para eso necesitamos saber qué les preocupa”, dice Ana. Sofía añade, “sabemos que hay mucho por hacer, pero estamos aquí con el compromiso de trabajar para que Medina sea un lugar mejor para todos. Queremos que este pueblo sea atractivo para vivir, con empleo para los jóvenes y servicios de calidad para nuestras familias.”
Con una mezcla de experiencia, compromiso y ganas de cambiar las cosas, Sofía y Ana afrontan su tarea con la esperanza de que el diálogo y la cooperación prevalezcan en el futuro del Ayuntamiento. “La política debería ser una herramienta para unir, no para dividir. Si conseguimos centrarnos en lo que realmente importa, Medina tiene mucho potencial por delante,” concluyen.
