-Un vistazo al panorama económico de España en 2025, explorando las proyecciones de crecimiento y los principales motores económicos.
La economía española ha crecido a un ritmo constante a pesar de las preocupaciones climáticas de los últimos años, pero la presión inflacionista mundial y las cambiantes relaciones geopolíticas plantean posibles retos. Varios factores configurarán el panorama económico del país en 2025. Estos factores afectan a áreas críticas como los mercados laborales, el crecimiento del PIB, las relaciones comerciales, las políticas energéticas y la transformación digital que se está llevando a cabo en el país.
Previsiones de crecimiento del PIB español
Desde el trastorno económico causado por la pandemia de COVID-19, el PIB de este país cálido y seguro no ha dejado de aumentar, siendo sus principales motores la inversión, el consumo y el turismo. La Comisión Europea había previsto anteriormente una tasa de crecimiento del PIB español del 2,1% para 2024. Las previsiones para 2025 muestran un aumento de la tasa de crecimiento del PIB del país.
Se prevé que este aumento se sitúe en torno al 2,4%, sobre todo gracias a las exportaciones de servicios turísticos y no turísticos, que contribuirán en gran medida a este crecimiento. Debido al aumento de la renta disponible y al incremento de la inversión, el consumo privado acelerará aún más el desarrollo del país en 2025. Los operadores que deseen aprovechar esta previsión pueden utilizar plataformas como OANDA TradingView, que proporciona a los operadores acceso a modernos mercados en línea donde pueden comprar, vender e intercambiar diversos activos.
La mayor parte del crecimiento previsto en España correspondería a sectores con una fuerte demanda interna, como la hostelería, el comercio minorista y los servicios digitales. Se espera que las industrias basadas en la exportación y la fabricación y más sensibles a los cambios de la economía mundial registren tasas de crecimiento más lentas. La aplicación de reformas y el fomento de las inversiones ecológicas son fundamentales para generar beneficios económicos a largo plazo.
Transición energética y economía verde
Con un enfoque renovado en la construcción y transición hacia una economía verde, España ha dado pasos notables en su plan de generar el 81% de su electricidad a partir de fuentes renovables para 2030. Se espera que la energía solar y eólica constituyan casi la mitad de la combinación energética de España en 2025, lo que reducirá aún más la dependencia del país de los combustibles fósiles y la situará a la cabeza de la transición energética en Europa.
Varias iniciativas respaldadas por el Gobierno incentivarán la adopción de energías renovables, acelerarán los proyectos de infraestructuras verdes y financiarán mejoras de la eficiencia energética en todo el país. Se espera que estas iniciativas impulsen la creación de empleo en los sectores ecológicos y garanticen la seguridad energética del país a largo plazo.
Transformación digital y economía del conocimiento
La pandemia COVID-19, que asoló el mundo, subrayó la importancia y la necesidad de la digitalización; de ahí que se hayan intensificado los esfuerzos para hacer de España un polo digital competitivo dentro de Europa. La agenda de transformación digital de España es crucial para garantizar el éxito de su estrategia de crecimiento económico. El país ha trabajado mucho para apoyar a las pequeñas y medianas empresas en la adopción de herramientas digitales, el avance del 5G y la ampliación de la infraestructura digital a través de iniciativas como España Digital 2025.
La inteligencia artificial, la analítica de datos, la ciberseguridad y las industrias de alta tecnología son de gran importancia para España en su intento de establecerse como líder en la economía del conocimiento para 2025. Por lo tanto, es probable que estas industrias reciban una afluencia de inversiones. Los profesionales cualificados y los inversores seguirán sintiéndose atraídos por el creciente sector tecnológico español, especialmente en ciudades como Barcelona y Madrid.
Mejora de los índices del mercado laboral
La dinámica del mercado laboral del país siempre ha sido un punto clave en sus previsiones económicas. Las estimaciones sitúan la tasa de desempleo en torno al 11% a finales de 2025, un descenso desde el 12,7%.
La mejora de estos índices se debe en parte a las favorables condiciones de empleo en sectores como el turismo, la tecnología, las energías renovables, la mejora de las políticas laborales y la inversión continua en formación profesional. Para finales de 2025, se espera que el número total de personas empleadas se sitúe en torno a los 22 millones, con más de 500.000 puestos de trabajo previstos anualmente.
Con las reformas del mercado laboral en la agenda del gobierno, se abordarán los retos actuales del país. Incentivar a las empresas para que contraten a trabajadores más jóvenes, dar prioridad a la formación en campos de gran demanda y promover acuerdos laborales flexibles garantizarán una mejora de los índices del mercado laboral del país.
Turismo
El sector turístico contribuye en torno al 12% al PIB de España, lo que lo sitúa a la cabeza como uno de los pilares económicos vitales del país. Se espera un mayor crecimiento de esta industria en 2025, con previsiones de que las llegadas de turistas al país superen las del año anterior a la pandemia.
En comparación con otros destinos turísticos rivales, España cuenta con un alto grado de estabilidad geopolítica, lo que la convierte en una opción de primer orden para los viajeros. España se considera un destino atractivo para los viajeros internacionales, al tiempo que se centra estratégicamente en la sostenibilidad y la innovación turística. Otras razones, como las tendencias emergentes en turismo cultural, ecoturismo y viajes de salud y bienestar, contribuirán en gran medida al crecimiento del sector en 2025.
Tendencias del mercado inmobiliario y de la vivienda
A pesar de los retos económicos, el mercado inmobiliario español ha demostrado su resistencia, con una mayor demanda por parte de inversores extranjeros y compradores nacionales. Un gran atractivo para este grupo de compradores es el clima agradable y el estilo de vida del país. Se espera que la demanda de viviendas y bienes inmuebles siga siendo fuerte en las principales zonas urbanas, como Barcelona, Valencia y Madrid.
Sin embargo, con el renovado interés por el trabajo a distancia, especialmente entre la población joven, las propiedades en zonas rurales y ciudades más pequeñas verán igualmente incrementada su demanda. Esto beneficiará positivamente al país, ya que habrá una demanda de vivienda más equilibrada.
Las principales áreas de interés del sector inmobiliario y de la vivienda en 2025 serían las políticas de vivienda destinadas a aumentar la oferta de viviendas asequibles. También se regularían los alquileres de corta duración, ya que así se abordarían los problemas de asequibilidad y las limitaciones de la oferta.
El futuro económico de España
Independientemente de cualquier reto estructural, el panorama económico de España en 2025 indica muchas oportunidades de crecimiento. Sectores como la economía digital, la vivienda y el sector inmobiliario, el turismo y las energías renovables presentan perspectivas prometedoras, por lo que las previsiones para España en 2025 son muy optimistas.
El Gobierno español se centra en garantizar un crecimiento sostenible, de ahí su mayor atención a la transformación digital, las reformas del mercado laboral y la energía verde. Capitalizar adecuadamente sus puntos fuertes garantizaría la consecución de sus objetivos y la consolidación de sus logros en los próximos años.