Andrea Merino-. Reconocida hace unos días por FORBES como una de las 100 mujeres más influyentes de España, lidera el proyecto «España Mejor». Olmedana y castellana. Sin duda es un referente para las niñas y mujeres. Abogada, fundadora de «Inspiring Girls», «España Mejor» y miembro del Consejo de Diversidad de Toyota Europa, además de asesora del Círculo de Empresarios y el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, entre otros. Su vida ha estado marcada por la política, su padre, José Antonio González, fue uno de los alcaldes de Olmedo y su marido, Nick Clegg, ex viceprimer ministro británico. Su objetivo con «España Mejor» es conseguir movilizar a la sociedad, pero en especial a los más jóvenes, para resolver los retos de España.
¿Quién es Miriam González?
Una olmedana. Castellana de pura cepa. Europea convencida. Liberal de las de verdad y no solo en lo económico. Una niña de la Transición que tuvo la suerte de crecer en una época de enorme optimismo y movilidad social. Y lo más importante, una persona que nunca escatima esfuerzos en todo lo que hace.
¿Cómo surge la idea de fundar “España Mejor”?
Surgió inicialmente de la frustración de ver que, los españoles, a nivel individual, o incluso como empresas, puntúan altísimo, tanto dentro del país como fuera. Sin embargo, a nivel colectivo, bajamos uno o dos niveles de donde realmente tenemos el potencial de estar. A ello se le suma, el enorme talento que tenemos dentro del país y puede y quiere contribuir a las políticas públicas pero no necesariamente a través de una etiqueta política. En «España Mejor,» hemos creado un espacio al lado de los partidos políticos – no para competir con ellos – que pueda canalizar todas esas ganas de contribuir al país. Y sobre todo surge de estar hartos de quejarnos: hay que pasar de las quejas a la acción en positivo.
¿Cuál es el éxito de “España Mejor”?
Creo que poner en marcha una herramienta que no existía previamente para que los ciudadanos puedan aportar a mejorar el país desde su experiencia, conocimientos o, simplemente, el sentido común. En poco más de año y medio, hemos conseguido alrededor de 2.000 voluntarios y 160 trabajando activamente en grupos de los que están saliendo propuestas específicas.
Ya hemos sacado una de fiscalidad, otra de vivienda, un Código Ético del Gobierno, un proyecto específico para los jóvenes, una campaña con la Cámara de Comercio para destacar lo mejor de España… ¡no paramos! Y con un equipo central muy pequeño, que es como a mí me gustan las organizaciones para que no haya burocracia y todo se centre en los voluntarios y la acción.
¿Qué diferencia a “España Mejor” de otras organizaciones?
En España hay muchísimas fundaciones, asociaciones, todas ellas magníficas. La dificultad que tienen todas ellas es que están muy fragmentadas y generalmente muy especializadas, por lo que su voz no llega a todos los sitios donde debería llegar. Nosotros aunamos las inquietudes de la ciudadanía con un enfoque claro; priorizamos los retos urgentes del país y ponemos soluciones factibles y realistas sobre la mesa. Hacemos un trabajo de pico y pala, escuchando a la gente y yendo por distintas ciudades de España, porque no todo tiene que quedarse siempre en Madrid y Barcelona. ¡La sociedad civil está en todos los sitios!.
Actualmente estamos en un momento de mucha crispación política. Se habla mucho de que los jóvenes son el futuro, pero están desencantados con lo que sucede en nuestro país, ¿cómo se podría volver a conectar con ellos?
Escuchándoles todos los días del año y no solo en época electoral, además de eliminando estereotipos. Creo que la tragedia de Valencia ha dejado claro que tenemos una juventud increíble dispuesta a ayudar y a darlo todo.
Para «España Mejor,» los jóvenes siempre han estado en el centro del proyecto. Por eso, lanzamos «IMAGINA», una iniciativa para los jóvenes de entre 18 y 35 años en la que estamos trabajando con ellos en la elaboración de dos políticas públicas; la primera, para eliminar las barreras al emprendimiento; y la segunda, para que puedan salir de su formación con experiencia práctica. No puede ser que la primera preocupación de los jóvenes sea poder salir al extranjero para obtener prácticas. ¿No somos capaces los españoles de darles unas prácticas? Es desolador. Y hay que hacerlo con todos los jóvenes: universitarios, de formación profesional y también todos los demás.
En muchas ocasiones, estos jóvenes no se sienten representados por nadie, desde tu experiencia, ¿qué acciones se deben tomar para que los jóvenes comiencen a sentirse representados por un partido político?
Además de escuchándoles, facilitándoles canales de participación. No es cierto que los jóvenes no quieran participar en mejorar el país; el problema es que no tienen los cauces. En «España Mejor,» hicimos una encuesta a 11.000 jóvenes para conocer sus preocupaciones y sus prioridades. ¿Sabes lo que nos dijeron? Que aunque la mayoría se siente alejada de la política, más de 85% participaría activamente en ella si tuviera otros canales. Si toda su vida está en torno a un click, no puede ser que el sistema político siga siendo tan rígido y encorsetado. Hay que modernizarlo. Y desde luego no puede ser que cuando los jóvenes hablan luego los políticos pasan de lo que les dicen y como mucho les ofrecezcan una ayudita aquí o allí: ¡los jóvenes necesitan oportunidades, no solo ayudas!
¿Qué papel tienen los jóvenes en la democracia?
Son presente y futuro. Claves para fortalecer la democracia. Lo que tenemos que lograr es que se impliquen más activamente. Esto no depende sólo de ellos, sino de todas las generaciones, de ofrecerles los canales de participación y, especialmente, de escucharles, de hacerles ver que sin ellos, no hay futuro para el país.
¿Cómo involucra “España Mejor” a los jóvenes y cómo los motiva para participar en esa transformación social que necesita España?
En «España Mejor,», los jóvenes están en el centro del proyecto. A través de la iniciativa que antes mencioné, «Imagina», estamos trabajando directamente con ellos. Y también lo hacemos mediante los grupos de trabajo. Tenemos a jóvenes magníficos que están contribuyendo como voluntarios en distintos grupos, como los de vivienda, empleo y educación. Y es que tiene que ser así, porque las decisiones que se toman en todos estos temas, les afectan directamente. Y si ellos no están involucrados, otros decidirán por ellos.
En la web de “España Mejor” podemos encontrar las propuestas de fiscalidad enfocada en los jóvenes o de vivienda también, ¿qué impacto esperas que generen en la gente que las lee?
El objetivo de «España Mejor,» es plantear soluciones realistas a problemas urgentes del país. La propuesta de fiscalidad busca despenalizar el trabajo, es decir, bajar las enormes cotizaciones, especialmente para los jóvenes. No tiene sentido que siendo el país europeo con la mayor tasa de desempleo juvenil, tengamos unas cotizaciones tan altas que actúan, en realidad, como un impuesto al trabajo.
Hay que empezar a tener estos debates. No somos ingenuos. Sabemos que los partidos políticos son reticentes a adoptar cualquier medida que venga de fuera, pero el ciudadano tiene que saber lo que está pasando, que hay propuestas que son muy fáciles de aplicar que tendrían impacto directo, y que si no se hacen es simplemente por falta de voluntad política.
Como decía, uno de los problemas a los que se enfrentan los jóvenes en nuestro país es el de la vivienda, ¿qué medidas urgentes crees que se deben tomar para que todo el mundo, pero en especial los jóvenes, tengan acceso a una vivienda digna?
Tenemos que partir de un diagnóstico certero. En nuestra propuesta “Una Política de Vivienda Realista” hemos calculado que hacen falta poner en el mercado 700.000 viviendas. El Estado no tienen presupuesto suficiente para ello, por lo que abogamos por la colaboración público – privada donde la Administración tenga un papel movilizador. Proponemos que las empresas que se comprometan a construir o rehabilitar viviendas para que luego se destinen al alquiler asequible, tengan ayudan fiscales; también apostamos porque el suelo público solo se destine a la construcción de la vivienda de alquiler asequible, para no caer en especulaciones. Pero para eso, es imprescindible que todos los actores se sienten en la misma mesa y prioricen los intereses del país por encima de los intereses electoralistas o los prejuicios ideológicos.
En cuanto a la fiscalidad, ¿crees que los cambios fiscales que se están dando están ayudando a los jóvenes a afrontar el alto coste de la vida en la actualidad? ¿Mejoran estos cambios, su calidad de vida?
Claramente todo indica que no es suficiente. Hacemos una política de parches y nos hemos acostumbrado a solucionar problemas a base de ayudas pequeñas, como el bono cultural, o una reducción del IRPF, en el caso de los jóvenes. ¿De verdad creemos que eso tiene un impacto real en la generación de oportunidades, que es lo que necesitamos? A lo que tenemos que aspirar es a crear las condiciones adecuadas para que haya más empleo y mayor productividad que, a su vez, conducirá a salarios más competitivos. Sólo así podremos acortar la tasa de paro juvenil, reducir la edad de emancipación y evitar la fuga de talento del país.
Para quien no lo conozca ¿qué es “Imagina”?
Es una iniciativa que empieza con una macroencuesta a 11.000 jóvenes para conocer sus preocupaciones y objetivos. Y ahora empezamos la segunda fase, que es la puesta en marcha de dos proyectos piloto con 100 jóvenes con los que queremos trabajar aplicando las ciencias del comportamiento a la elaboración de políticas públicas. Y lo estamos haciendo en dos áreas fundamentales para ellos: el emprendimiento y la experiencia práctica. Es una iniciativa pionera a nivel español para la que estamos trabajando con los mejores en España, como Neovantas, y a nivel internacional, con el profesor de Harvard Cass Sunstein a la cabeza.
¿Por qué es necesario que los jóvenes tengan un altavoz como “España Mejor”?
Lo importante no es que tengan nuestro altavoz solamente, sino que verdaderamente se les escuche, independientemente de la herramienta o canal. Necesitamos que los jóvenes se impliquen de lleno en las políticas públicas. Los jóvenes necesitan que España realice su potencial y España no puede realizar su potencial sin los jóvenes.
Pasando a otro de tus proyectos, ¿cómo nació “Inspiring Girls”?
¡De otra frustración, como España Mejor! Cuando mi marido estaba en el Gobierno británico, decidí aprovechar la exposición pública que tenía para algo positivo, sobre todo, porque no hacían más que preguntarme por qué las niñas no tenían referentes femeninos. ¿Cómo puede ser eso? Hay miles de mujeres magníficas por todos lados, pero no están todos los días en los medios o las revistas. Así es que decidí fundar «Inspiring Girls» y llevar todas esas mujeres a las niñas donde no pueden perderlas, a sus colegios.
Ha sido increíble la respuesta. Hoy estamos en 39 países, en cuatro continentes y tenemos cientos de miles de voluntarias por todo el mundo y de niñas que han visto que hay muchas más opciones que las que encuentran a simple vista.
Actualmente hemos conocido que Donald Trump ha sido elegido como nuevo presidente de Estados Unidos, ¿qué supone para la igualdad de género y para los derechos humanos esta victoria?
Habrá que estar atentos a lo que haga durante su mandato porque ha conseguido mucho poder en ambas Cámaras. Pero no nos podemos olvidar que más del 45% de las mujeres y de las minorías raciales en Estados Unidos han votado por Trump. La retórica de que las mujeres tienen que dedicarse a tener niños y al cuidado de las familias mientras los hombres se dedican a conseguir un sustento, es una realidad en el partido republicano. Esa es una retórica tan perniciosa como la retórica ‘woke’. De cualquier forma lo que más me preocupa es el impacto que Trump va a tener sobre Europa, porque eso no es un impacto retórico, sino un impacto real.
¿Qué hubiese significado el triunfo de Kamala Harris para todas esas niñas a las que accede “Inspiring Girls”?
Evidentemente, tener mujeres referentes en puestos de liderazgo es fundamental para que las niñas vean que es posible. Yo siempre digo que “si no lo ves, no puedes soñar con ello”.
Pero también he de decir que miren a su alrededor, que hay muchas mujeres referentes. No todas las niñas quieren ser presidentas del Gobierno o CEOs. A lo que hay que empujarlas es a que decidan libremente, que trabajen, se esfuercen y miren alrededor antes de decidir.
Entrando en reconocimientos, ¿qué supone para ti que FORBES te haya reconocido como una de las 100 mujeres más influyentes de España?
Es un orgullo, pero no tanto por mi sino por el reconocimiento a la labor que estamos haciendo entre todos en España Mejor e Inspiring Girls.
¿Consideras que este tipo de reconocimientos ayudan a visibilizar el papel de las mujeres en cuanto a liderazgo se refiere?
Por supuesto que ayuda. La visibilidad es algo clave. Yo me paso la vida diciéndoles a todas las mujeres que se acercan a «Inspiring Girls» que todas tenemos que ser más visibles y que esa visibilidad no es algo opcional, es nuestra responsabilidad para con la siguiente generación.
Para ir terminando, ¿cuáles son tus próximos objetivos tanto profesionales como personales?
Estoy poniendo toda mi energía en «España Mejor». Mi carrera profesional está ya muy definida y consolidada, así que hasta que tenga fuerzas a lo que me voy a dedicar es a mi país. Yo tengo muy claro lo que hicieron la generación de mis padres y mis abuelos por el país, pero creo que la nuestra tiene una asignatura pendiente.
Por último, me gustaría que lanzases un mensaje a los más jóvenes.
Que el presente y el futuro es suyo. Que vayan por el mundo con las antenas puestas. Que se esfuercen y que sean ambiciosos. Que vivimos un momento muy complejo a nivel mundial. Pero es también un momento apasionante, donde todo va a cambiar y ellos tienen que ser pilotos de ese cambio. Y sobre todo que se impliquen en el futuro de España, que tenemos un país con gente magnífica y que a poco que arrimemos el hombro todos podríamos llegar muchísimo más alto.
