El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León ha actualizado su escenario macroeconómico, revisando al alza la previsión de crecimiento para 2024, que ahora se sitúa en un 3 %, frente al 1,7 % estimado inicialmente. Este cambio se basa en la evolución económica general y los últimos indicadores disponibles, y había sido previamente avalado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) como una previsión realista y prudente.
En la misma línea, para 2025 se prevé un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 2 % y una tasa de paro del 9,4 %. Además, se estima un déficit público de referencia del 0,1 % para ese mismo año.
En cuanto a la deuda de la comunidad, Castilla y León ha cerrado el segundo trimestre de 2024 con una ratio del 18,8 % del PIB, 3,1 puntos porcentuales por debajo de la media autonómica, que se sitúa en el 21,9 %, según datos del Banco de España. Esta reducción refleja una gestión eficiente de las finanzas públicas en un contexto económico marcado por la incertidumbre.
La Junta también ha señalado que la inflación ha comenzado a desacelerarse, lo que ha permitido iniciar una política monetaria menos restrictiva, con una reducción de los tipos de interés. Sin embargo, las condiciones de financiación siguen siendo estrictas, lo que impacta negativamente en el consumo privado y la inversión.