El informe anual sobre la contaminación por ozono presentado por Ecologistas en Acción revela que la población de Castilla y León ha estado expuesta a niveles de ozono perjudiciales para la salud. Según el estudio, toda la región ha registrado concentraciones de este contaminante superiores a las recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), afectando especialmente a personas vulnerables como niños, ancianos y personas con problemas respiratorios.
A pesar de la gravedad del problema, la Junta de Castilla y León no ha puesto en marcha ninguna de las 17 medidas contempladas en el Plan de Calidad del Aire por Ozono aprobado en diciembre de 2021, según denuncia Ecologistas en Acción. Este plan fue diseñado tras varias sentencias judiciales que exigían acciones concretas, pero hasta la fecha, no se ha ejecutado ni un solo euro para combatir esta contaminación.
Reducción de los niveles de ozono en 2024
El informe señala una disminución en los niveles de ozono en comparación con años anteriores debido a un verano menos caluroso y con menor radiación solar. A pesar de esta mejora temporal, el ozono sigue siendo el contaminante atmosférico que afecta a más población y territorio en España. En particular, en el Valle del Tiétar y Alberche, en la provincia de Ávila, los niveles de ozono superaron los límites legales, afectando a 31.000 personas, aproximadamente el 1,3 % de la población regional.
Un problema de salud pública
La contaminación por ozono es responsable de unas 270 muertes anuales en Castilla y León, según datos del Instituto de Salud Global de Barcelona. Durante el verano de 2024, se estimó que el calor y los niveles elevados de ozono provocaron un exceso de 215 muertes en la región. Este contaminante afecta gravemente a grupos vulnerables como niños, personas mayores y personas con enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
Falta de medidas y de información adecuada
Ecologistas en Acción también critica la falta de información adecuada por parte de las administraciones públicas sobre los niveles de ozono y su impacto en la salud. Según el CSIC, las estaciones de medición de Valladolid y de la Junta de Castilla y León no están optimizadas para medir correctamente este contaminante, lo que limita la representatividad de los datos. La organización ha solicitado la reubicación de las estaciones ante el Tribunal Supremo.
Además, el informe destaca que las principales ciudades de la región, como Burgos, Salamanca y Valladolid, no han implementado de manera efectiva las zonas de bajas emisiones exigidas por ley, cuyo objetivo es mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático. Aunque Valladolid ha avanzado más que otras ciudades, las medidas son insuficientes.
Nuevas esperanzas con la Directiva europea
Ecologistas en Acción celebra la aprobación de la nueva Directiva europea de calidad del aire, que establece nuevos límites legales más estrictos para el año 2030. La organización espera que esta normativa obligue tanto al Gobierno central como a la Junta de Castilla y León a aplicar medidas eficaces para reducir la contaminación por ozono y mejorar la calidad del aire en la región.
Con el reto de cumplir con los nuevos objetivos europeos, la organización insta a las administraciones a actuar con rapidez y a mejorar tanto la medición como la información proporcionada a la ciudadanía, para así proteger la salud pública y garantizar un aire más limpio para todos.