Un nuevo indulto en un Coso del Arrabal volcado con Marco Pérez 

El propio albero medinense ya anunciaba lo que iba acontecer: la celebración de la efeméride del 75 aniversario de la Plaza de Toros de Medina del Campo. Por eso mismo, el Consistorio de la localidad, junto a la empresa Espectáculos Marisma dirigida por Rafael Ayuso, ubicó en todo el centro del ruedo una gran pancarta con este motivo. En cartel, tratándose de una corrida mixta, estaban anunciados Diego Ventura, Cayetano Rivera y Marco Pérez. Eran algo más de las 18.30 horas y el festejo comenzaba.

Una Banda de la Escuela Municipal de Música, dirigida por Alberto Mateo, hizo las delicias musicales de los pasodobles de siempre. Una ‘España Cañí’ que se encarnó no solo melódicamente, también con estampas prototípicas de la cultura española, como la aparición en escena de una calesa en la que desfilaron -con mantilla- la guardesa, el guardés, las damas y los guardeses de honor. Tras ellos arrancó el paseíllo desde los alguacilillos hasta los areneros.

El ambiente era bueno -y la entrada, con aproximadamente 3/4 de los tendidos completos-. Parecían los mejores ingredientes para dar paso a una tarde de ensueño. Ventura conectó desde el primer minuto con un público entregado, teniendo la mala suerte de que su primer bravo de la ganadería del Capea se partió una mano. Con la algarabía y fervor característico de estas Ferias y Fiestas de San Antolín, los tendidos llegaron incluso a solicitar el indulto a la Presidencia -con Ángel Moronta a la cabeza- para su segundo astado -después de que la Presidencia decidiera indultar al novillo de Marco Pérez-. Rejón de muerte y pañuelo azul; vuelta al ruedo para el animal. Y, por cierto, brindó su primero al alcalde de Medina del Campo, Guzmán Gómez.

Hubo quienes se llevaron las manos a la cabeza, pero también quienes aplaudieron con las orejas cuando el primer novillo de Marco Pérez, “Hatero”, fue indultado. Una vez más, el Coso del Arrabal vuelve a vivir una sensación agridulce que se repite y rememora lo acontecido el año pasado con Perera. Una res de Núñez de Cuvillo que entró una vez al caballo y que dio juego pero sin llegar a la excelencia que un indulto requiere. Innegable labor la del novillero, que clavó sus manoletinas al albero y encauzo la lidia en la muleta con su izquierda y derecha. En el segundo de su lote no tuvo tanta suerte, especialmente en el tercio de muerte, donde se quedó en tablas a punto de echarse. Su toreo dejó buen sabor de boca entre la afición, que vitoreó sus triunfos de una manera descomunal. Eso sí, una pena que, mientras brindaba uno de sus toros a su peña de seguidores, los tendidos no respetaran y pasaran de un lado al otro entrando y saliendo de los vomitorios.

Cayetano toreó con clase, pero sin llegar su concepto a ser del todo clarividente para el público. Llamó la atención los pitidos a su segundo, carente de fuerzas. Las peticiones para ser devuelto quedaron en aguas de borrajas por lo que profirió con la espada y culminó cortando una oreja. En su primero falló en la suerte suprema, resumiéndose su trofeo en palmas.

Ya metida la noche, Ventura y Marco Pérez salieron a hombros por la puerta grande del Coso del Arrabal. Una plaza de toros en la que se pudieron ver caras conocidas, como la del ex alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva.

Ficha del festejo

Plaza de Toros de Medina del Campo en el marco de su 75 aniversario fundacional; 3/4 de plaza de entrada. Toros de la ganadería de El Capea para Diego Ventura y toros y novillos de Núñez del Cuvillo para Cayetano Rivera y Marco Pérez. Indultado el tercero de la tarde, ‘Hatero’, nº175. Vuelta al ruedo para el cuarto.

• Diego Ventura. Silencio y dos orejas.
• Cayetano Rivera. Palmas y oreja.
• Marco Pérez. Dos orejas y rabo simbólicos y oreja.