El presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, y el delegado territorial de la Once en Castilla y León, Ismael Pérez, han firmado un convenio de colaboración para desarrollar el programa ‘Lucha contra la soledad no deseada en personas ciegas de la provincia de Valladolid’. Este acuerdo busca ofrecer una atención integral a las personas ciegas, promoviendo su autonomía y participación en actividades comunitarias.
Íscar destacó que la soledad no deseada es un problema creciente, afectando a un 20% de la población española, con un impacto aún mayor en personas con discapacidad, donde supera el 50%. Este convenio, que beneficiará a un millar de afiliados a la organización en Valladolid, se centrará en siete áreas de actuación, desde la integración social en entornos rurales hasta la alfabetización digital, para mejorar la calidad de vida de las personas ciegas.
SIETE CAMPOS DE ACTUACIÓN
El convenio suscrito se articula en torno a siete campos concretos de actuación, correspondientes con otras tantas necesidades que se pretenden satisfacer.
Así, la primera de ellas es la integración de aquellos afiliados a la ONCE más alejados de los centros de prestación de servicios, principalmente aquellos que residen en el entorno rural, en iniciativas de su propio entorno, centros culturales, asociaciones de amas de casa, aulas de mayores, etc., creando a su vez una red social de apoyo que favorezca su participación social.
En segundo lugar, la orientación sobre opciones de accesibilidad que favorezcan su autonomía, con especial atención a las personas con sordoceguera.
La tercera línea de trabajo busca el fomento del voluntariado, incluido el telefónico y las opciones de conexión simultánea multilateral con varios afiliados al tiempo, favoreciendo los contactos entre ellos, así como procurando la incorporación al programa de voluntarios con conocimiento de la lengua de signos y dactilología.
En cuarto lugar, se abordará, mediante la impartición de cursos y talleres, la mejora de los recursos psicológicos y emocionales para afrontar la soledad, especialmente en momentos concretos como el paso a la jubilación, los cambios de domicilio o de ciudad, los procesos de duelo, etc.
Asimismo, se va a trabajar, también mediante cursos y talleres, en la mejora de las habilidades sociales, la alfabetización digital y el uso de las nuevas tecnologíasí, para prevenir o atenuar el impacto de la soledad.
Del mismo modo se va a favorecer la creación de grupos de intereses compartidos que aborden actividades en común, como pueden ser las visitas culturales con la posible colaboración del servicio de voluntariado, etc.
Y, por último, se potenciará el desarrollo de actividades de solidaridad e intercambio generacional.