Jorge Peña-. En el corazón de la historia de Castilla y la docencia se encuentra Engel de la Cruz, una intelectual apasionada cuyo vínculo con el castellanismo y la historia ha marcado un hito en la divulgación histórica contemporánea. Nacida en Toledo en 1982, Engel combina su amor por las Humanidades con un profundo compromiso con la historia de su región, un compromiso que se refleja claramente en su obra más reciente, “Comuneros. La Revolución de Castilla”. Además, ha colaborado con medios internacionales como National Geographic y RNE, ampliando el alcance de su divulgación histórica. Por todo ello, será nombrada este próximo 15 de agosto Aposentadora Mayor de la Feria de Imperiales y Comuneros de Medina del Campo en reconocimiento a su contribución al estudio y promoción de la historia castellana..
Lo primero ¿que sentiste cuando te comunicaron que serías aposentadora mayor de la Feria de Imperiales y Comuneros de Medina del Campo?
Pues sentí muchísima emoción. Es un evento que seguía desde hace años, y es una referencia en cuanto a recreación histórica de la época. Formar parte de él, especialmente siendo historiadora y divulgadora, es muy emocionante para mí. Además, es una oportunidad maravillosa para estar en la feria renacentista y en la ciudad por primera vez.
Eres de Toledo, pero, ¿tienes algún tipo de conexión personal o histórica con Medina del Campo?
No, no tengo conexión directa. No tengo familia allí ni conozco a gente que viva allí. Sin embargo, he oído mucho sobre la semana renacentista y la recreación de la quema de Medina, la cual menciono en mi libro. Así que tenía muchas ganas de ir, y es una excelente oportunidad.
Hablando de tu libro, «Comuneros: La Revolución de Castilla», ha alcanzado la segunda edición. ¿Qué aspectos crees que han contribuido a su éxito?
Creo que el éxito de mi libro se debe en gran medida al interés creciente en la historia de los comuneros, un período que durante mucho tiempo ha sido relativamente desconocido. El mérito principal, en mi opinión, corresponde a la fascinante historia que narra el libro. La Revolución Comunera es una parte importante de nuestra historia que no ha recibido la atención que merece, y me alegra ver cómo el público está empezando a interesarse más por ella. La segunda edición es un claro indicio de que hay un deseo por conocer más sobre estos períodos históricos menos explorados. La gente parece estar cada vez más dispuesta a descubrir y entender las partes menos conocidas de nuestra historia, lo que es muy alentador.
¿Cómo fue el proceso de investigación para el libro?
El proceso fue bastante natural. Al ser de Toledo y haber estudiado en la Plaza de Padilla, donde estaban las casas de los Padilla, mi interés por la época surgió de manera orgánica. Durante mi carrera universitaria, empecé a leer y asistir a charlas sobre el tema. Sin embargo, la documentación disponible es limitada y en muchos casos casi arqueológica, dado que no hay muchas monografías sobre los comuneros.
¿Encontraste algún desafío particular en tu investigación?
Sí, enfrenté varios desafíos. La falta de documentación y la destrucción de archivos por parte de las tropas imperiales significaron que muchas fuentes se perdieron. Documentos valiosos como cartas de Padilla o panfletos propagandísticos se han perdido. A veces, autores posteriores han llenado estas lagunas con imaginación en lugar de hechos históricos.
¿Hay algún momento en la revolución comunera que consideres malinterpretado o subestimado?
Creo que la quema de Medina es un evento que no ha recibido la relevancia que merece. A menudo se ve simplemente como un acto de destrucción por parte de las tropas imperiales, pero debería ser valorado por el estoicismo de los medinenses y su compromiso con la causa comunera en una etapa temprana de la revolución.
En tu libro, presentas a María Pacheco como una figura adelantada a su época. ¿Qué papel crees que jugó en el movimiento comunero?
María Pacheco fue sin duda una figura destacada en la Revolución Comunera, aunque los documentos específicos sobre su participación antes de la muerte de su esposo, Juan de Padilla, son limitados. Sabemos con certeza que después de la ejecución de Padilla, María Pacheco asumió el liderazgo en Toledo, lo cual está bien documentado. Su educación y habilidades oratorias la hicieron destacar como una figura carismática y influyente. Se dice que su formación y conocimientos pudieron haber sido cruciales para las ideas comuneras que Padilla abrazó. Sin embargo, la falta de documentación nos deja con solo fragmentos sobre su papel antes de ese momento crucial. La visión de que fue ella quien introdujo a Padilla en las ideas comuneras también está influenciada por el contexto de la época, que a menudo subestimaba el papel de las mujeres en los movimientos políticos. A pesar de las limitaciones en la documentación, su impacto en el movimiento fue significativo y merece un reconocimiento más amplio.
Mencionas el impacto de la Revolución Comunera en la mentalidad popular, la literatura y el arte. ¿Qué puedes decirnos sobre su impacto en la cultura contemporánea?
La influencia de la Revolución Comunera en la cultura contemporánea es evidente en varios aspectos, aunque a veces de manera sutil. Por ejemplo, la nomenclatura de la Junta de Comunidades en Castilla-La Mancha y Castilla y León tiene sus raíces en este período histórico. También la Franja Morada en la bandera republicana. En la cultura popular, eventos como el disco de Nuevo Mester de Juglaría o el poema de los comuneros han dejado una huella en la conciencia colectiva. Estos elementos de la cultura popular ayudan a mantener viva la memoria de la Revolución Comunera y su relevancia en la identidad regional.
¿Qué papel crees que juega la memoria histórica comunera en la identidad de los lugares, como en el caso de Medina del Campo?
La memoria histórica varía según la ciudad. En Medina, el pasado comunero se recuerda con eventos como la quema de Medina, y la ciudad ha mantenido las jornadas durante años. En contraste, en Toledo, mi ciudad natal, el pasado comunero ha sido menos recordado. Esto se debe a cómo cada lugar ha gestionado y valorado su historia.
¿Cómo evalúas el tratamiento de la historia en la educación y los medios en España actualmente?
Hay una tendencia a valorar más la divulgación histórica en medios como YouTube y la televisión, pero a veces con intencionalidad política, lo cual puede distorsionar la historia. En cuanto a la educación, el currículo de humanidades está reduciéndose, lo que puede llevar a una menor apreciación de la historia. Aunque esto puede despertar una pasión por el estudio entre algunos estudiantes, también plantea un desafío en cuanto a la calidad de la enseñanza.
Por último, ¿crees que la forma en que se presenta la historia afecta la percepción de las personas sobre ella?
Absolutamente. La calidad de la enseñanza de la historia puede influir mucho en la percepción que los estudiantes tienen sobre ella. Un buen profesor puede despertar un gran interés, mientras que un mal profesor puede llevar al desinterés. La forma en que se cuenta la historia es crucial para que las personas se conecten con ella.
y por que no se dice que una semana después, los comuneros arrasaron y mataron a inocentes vecinos de mi pueblo Alaejos.
Se lo merecían.
Los que se llevaron su merecido fueron los cuatro que cogieron y dejaron colgando por los pies en los matacanes del castillo.
En un año vista nos tocará hacer otra reconquista contra los sarracenos