Tras la solemnidad del Corpus Christi el pasado 1 de junio, este domingo 9 de junio ha tenido lugar la festividad de la Octava del Corpus. Esta celebración es una tradición arraigada en El Carpio y Bobadilla del Campo, donde se prolonga la fiesta de Jesús Sacramentado con una solemne Eucaristía y una procesión por las calles, especialmente engalanadas para la ocasión.
El acto eucarístico se celebró en la Iglesia de San Matías de Bobadilla del Campo y en la Iglesia de Santiago Apóstol de Carpio. Los desfiles estuvieron acompañados por los niños y niñas que este año recibieron su Primera Comunión.
Historia
La festividad del Corpus Christi tiene sus raíces en la Edad Media. En 1208, la religiosa Juliana de Cornillon promovió la idea de una celebración en honor al Cuerpo y la Sangre de Cristo presentes en la Eucaristía. En 1246, el obispo de Lieja, Roberto de Torote, ordenó la celebración del Corpus Christi en su diócesis, fijándola para el jueves siguiente a la octava de Pentecostés.
El Corpus Christi se celebró por primera vez en 1247 en la diócesis de Lieja, Bélgica. Aunque inicialmente tuvo poca acogida fuera de Lieja, la festividad ganó popularidad gracias a la predicación y el apoyo de figuras como el cardenal Hugo de San Caro y, posteriormente, el papa Urbano IV, quien en 1264 instituyó oficialmente la fiesta mediante la bula Transiturus de hoc mundo. Santo Tomás de Aquino fue encargado de preparar los textos litúrgicos del día, incluyendo himnos como el Pange Lingua y el Lauda Sion.
En el Concilio de Vienne de 1311, se regularon las normas para los cortejos procesionales, y en 1316, el papa Juan XXII introdujo la Octava con exposición del Santísimo Sacramento. El gran impulso vino en 1447, cuando el papa Nicolás V llevó la Hostia Santa en procesión por las calles de Roma.
En España, el Corpus Christi es una fiesta de gran relevancia, reflejada en el dicho popular: «Tres jueves hay en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión.»
Celebraciones
Las celebraciones del Corpus Christi suelen incluir una procesión en la que la hostia consagrada se exhibe en una custodia bendecida.
