Redacción.-
Un estudio liderado por Marco Calabria, investigador del grupo Cognitive Neurolab de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), ha encontrado que la música de fondo no mejora ni empeora el nivel de aprendizaje en personas con deterioro cognitivo leve (DCL) durante las tareas de memoria. El estudio, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, ha sido publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease y ha contado con la colaboración de investigadores del Hospital de Sant Pau, de la Concordia University de Canadá y del Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón de Madrid.
El estudio se ha hecho con pacientes de la Unidad de Neuropsicología del Hospital de Sant Pau y ha utilizado dos tipos de música para el experimento. La primera prueba se hizo escuchando música clásica en la fase de consolidación de la información, pero no en la de recuperación, mientras que en el segundo ejercicio se repitió con el estímulo auditivo en ambas. Sin embargo, en cuanto a los resultados, no se encontraron diferencias significativas.
El tercer experimento se realizó con una música popular que fuera considerada más activadora que relajante, y los resultados sugirieron que el uso de la música como estrategia para la regulación del estado de ánimo se asocia con un mejor rendimiento de la memoria. Este hallazgo abre la puerta a más investigaciones para continuar explorando el papel de las preferencias y actitudes interindividuales hacia la música en pacientes con DCL.
El grupo de investigación liderado por Calabria tiene previsto continuar con el proyecto hasta finales de 2024, investigando si la música de fondo podría ser más útil en otros dominios cognitivos, por ejemplo, en la atención y la concentración en enfermos con Parkinson. Además, se utilizará durante los experimentos un nuevo equipo de espectroscopia con infrarrojos habilitado dentro del Neuro Lab de la UOC, que permitirá ver la activación en el ámbito cerebral mientras se hacen procesos cognitivos. Esto ayudará a determinar si, independientemente del nivel de respuesta a la música, hay o no alteraciones de la modulación cerebral, en qué zonas, y si dependen de la música que se escuche.
