Redacción.-
• La droga viajaba oculta entre la carga real en un contenedor en tránsito desde Brasil a Españaña siendo su primer punto de entrada en nuestro país el puerto de Valencia y fue detectada en su destino final del Polígono de San Cristóbal de Valladolid
• La empresa vallisoletana receptora de la mercancía enviada por error desconocía la existencia de la droga camuflada
• Los investigadores denominan este modus operandi como “gancho ciego” consistente en introducir cocaína en Españaña camuflada en contenedores con mercancía legal y acceder a ella en el trayecto sin que las empresas de destino final tengan conocimiento
Agentes de la Policía Nacional en una operación conjunta con el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, han intervenido 378 kilogramos de cocaína ocultos, entre la carga real, en un contenedor que estaba en tránsito desde Brasil a Españaña, siendo su primer punto de entrada en Españaña el puerto de Valencia.
Los hechos sucedieron a las 8:00 de la mañana del pasado 28 de junio cuando una empresa alimentaria de Valladolid recibió un pedido procedente de Brasil y al descargarlo, se percataron que entre la mercancía comprada, se entremezclaban unos sacos completamente diferentes, no solo por su apariencia física sino también porque al tacto se percibía que contenían bloques en su interior.
Por tal motivo desde la empresa se pusieron en contacto con el agente aduanero de la misma, el cual se personó en el lugar y pudo comprobar que determinados sacos eran
claramente distintos al resto e incluso en el interior del contenedor había una réplica del sello del precinto que debería cerrar y asegurar la integridad de la carga.
La mercancía ilegal
A tales efectos se constituyó un equipo conjunto de investigadores compuesto por funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y del Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional. Este equipo realizó las actuaciones operativas que determinaron la aprehensión de TREINTA Y DOS SACOS sospechosos con una apariencia externa distinta al resto, no figurando el nombre de la empresa exportadora del producto y mostrando un tipo de cierre distinto al habitual. Cada uno de esos sacos contenía entre diez y quince paquetes de aproximadamente un kilogramo cada uno con una sustancia blanca pulverulenta que dio positivo al test de cocaína.
Fueron aprehendidos TRESCIENTOS SETENTA Y OCHO PAQUETES, de aproximadamente un kilogramo cada uno y con un peso neto de CUATROCIENTOS KILOGRAMOS.
Modus operandi “Gancho Ciego”
Los investigadores determinaron que, en estos casos, la organización criminal aprovecha los contenedores que trasladan mercancía legal entre Sudamérica y Europa para introducir, sin conocimiento de las empresas importadora y exportadora, cierta cantidad de sustancia estupefaciente camuflada entre la carga legal.
Estos envíos suelen realizarse en contenedores de gran tamaño, precintados con sellos tanto en el puerto del origen como en el de destino. Sin embargo, en cada transporte intervienen múltiples empresas y subcontratas, tanto en el desplazamiento en origen desde la empresa inicial hasta el puerto de embarque, como en la llegada desde el puerto de desembarque hasta el lugar de destino final.
En alguno de esos puntos, la organización criminal cuenta con empleados que intervienen en los desplazamientos, ocultando en el origen la cocaína entre la mercancía legal, y comunicando a los responsables de la organización en el lugar de destino el número de contenedor, el barco en el que viaja y la fecha de llegada.
En condiciones normales, la organización aprovecha el desembarco o el desplazamiento a la empresa compradora, para extraer del contenedor la cocaína oculta, cerrar nuevamente y dirigirlo a su destino natural. De esta forma la empresa recibe su mercancía desconociendo que ha sido utilizada para esconder cierta cantidad de droga. De ahí viene el nombre en el argot policial de gancho ciego, por el propio desconocimiento de la empresa receptora.
En este caso la principal línea de investigación se centra en que la organización criminal asentada en Españaña no ha podido extraer la carga que se encontraba en el contenedor, por lo que éste ha seguido su ruta normal hasta llegar al destino, con la consiguiente sorpresa para la empresa receptora.
Se continúan realizando gestiones para el esclarecimiento de los hechos y las investigaciones oportunas practicadas serán remitidas a la autoridad judicial.