La Guardia Civil investiga a una persona por un incendio forestal en el que ardieron 13 hectáreas

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Redacción.- La Guardia Civil ha identificado e investigado a A.R.S. (64), como presunto autor de un delito de incendio forestal, hecho ocurrido el pasado 4 de septiembre, cuando se quemaron 13’68 hectáreas de pasto, matorral y encina, en el término municipal de Cuevas de Amaya-Sotresgudo. A las 14:00 horas de aquel día se tuvo constancia de un incendio forestal que afectó principalmente a un encinar y al abundante combustible natural acumulado en el monte; permaneció activo hasta el día siguiente y fue controlado y apagado en su totalidad a las 09:30 horas del 5 de septiembre.
El SEPRONA iniciaba entonces una investigación; a la vista de los informes obtenidos, de la inspección ocular practicada en el lugar, así como de otras averiguaciones y gestiones llevadas a cabo en relación con el incendio, se llegó a una serie de conclusiones. Se constató la existencia de un único foco, ubicado en el paraje en el que se venían desarrollando labores de mantenimiento, cuando un operario trabajaba con maquinaria manual eléctrica de la que pudiera haber saltado una chispa incontrolada, iniciándose la ignición y posterior propagación del fuego por el monte.
Los trabajos se realizaban fuera del periodo hábil, carecían de autorización y no se respetaron las medidas de prevención elementales para evitar el incendio, constatándose una imprudencia grave, por lo que A.R.S. ha sido investigado como presunto autor de un delito de incendio forestal, para el que nuestro Código Penal contempla penas de 1 a 5 años de prisión y multa de 12 a 18 meses.
La ORDEN FYM/510/2013, de 25 de junio, por la que se regula el uso del fuego y se establecen medidas preventivas para lucha contra los incendios forestales en Castilla y León, establece como actividad prohibida durante la época de peligro alto de incendios forestales, entre otras, la utilización de maquinaria y equipos en los montes y en los terrenos rústicos situados en una franja de 400 metros alrededor de aquellos, cuyo funcionamiento genere fuego, deflagración, chispas o descargas eléctricas, tales como sopletes, soldadores, radiales, entre otras, salvo que cuente con autorización expresa
para ello.