Calles desiertas y comercios vacíos en Medina del Campo

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Editorial
Con el auge de los centros comerciales y los grandes almacenes, la población se encuentra desde hace ya muchos años ante un cambio de paradigma en el tipo de comercio y vemos ante nuestros ojos la delicada situación de las tradicionales tiendas de cercanía.
Además, con la llegada de la crisis del coronavirus, se observan dos sectores que cuentan con una diferencia de gran calado en cuanto a la carga de trabajo que afrontan estos días. Hablamos del comercio tradicional, que sufre una crisis sin paliativos después de unos meses en los que, sobre todo en el ámbito de la alimentación, han resultado fundamentales por la cercanía a los domicilios de los ciudadanos. Situación similar a la que se enfrentan los hosteleros, que podrían verse en una tesitura aún más delicada ante la llegada de nuevos rebrotes que traigan consigo órdenes más restrictivas por parte de los organismos superiores.
En la otra cara de la moneda, se encuentra el sector de la construcción y servicios determinados como talleres de reparación, que siguen con una buena carga de trabajo y asumen con menos dificultades, de momento, todas las consecuencias que ha traído la pandemia.
Lo cierto es que todas las administraciones están poniendo toda la carne en el asador para apoyar el comercio local. Vemos cómo existen diferentes campañas no sólo en Medina del Campo, sino en todas las ciudades de toda España. Y es que una buena parte de los sustentos familiares viven de estos pequeños comercios que intentan modernizarse a marchas forzadas a través de la venta online, aunque resulta obvio que no pueden competir en precios con los grandes comercios. Sus valores son otros, pues cuentan con la cercanía del dependiente de toda la vida, el conocimiento del cliente y una especial confianza en contraposición al trato más cordial que encontramos en los grandes almacenes.
Lo fundamental para que el comercio local siga existiendo es una mayor concienciación por parte de los ciudadanos. La población debe ser consciente de que si quieren mantener esas tiendas, deben empezar a consumir en ellas. Las dificultades económicas aprietan y es fácil pensar en la economía de uno mismo cuando se viven situaciones delicadas. Sin embargo, si no seguimos apoyando este tipo de comercios, la situación que veremos con el paso de los años serán calles desiertas y comercios vacíos en Medina del Campo.
La Voz de Medina y Comarca