Editorial
Después de más de medio año transcurrido, Medina del Campo cuenta por fin con unos presupuestos municipales. Los llamados presupuestos “de contingencia”, que no “de consenso”.
Y esto es así, puesto que finalmente han salido adelante sólo con los votos positivos del Partido Popular y Medina Primero, que han expuesto así la alianza que previsiblemente presentarán en los próximos días y sobre la que ya se empiezan a conocer algunos de sus entresijos.
Se verá en los meses venideros si estos presupuestos son la solución que necesita Medina del Campo para hacer frente a la crisis económica a la que se ve abocada la ciudadanía como consecuencia de la pandemia de COVID19.
Estas cuentas deberán traer la dinamización para el sector del comercio de la villa y la búsqueda de nuevas infraestructuras del segundo sector, con la esperanza de que el proyecto del Corredor Atlántico finalmente salga adelante. Esta aspiración resulta aún una incógnita, pero en la que ya ha invertido el Consistorio ciertas partidas económicas, incrementadas a través de este nuevo presupuesto.
Respecto al consenso que se anunció semanas antes de la votación de los presupuestos, finalmente no ha sido tal.
Si la ciudadanía esperaba un posible pacto generalizado por esta crisis, la realidad es que los intereses partidistas han primado, como es habitual.
La población es consciente de que este no era el momento de hacer política. Era un momento para poner las necesidades de los ciudadanos sobre la mesa y gestionar la mejor manera de que esta población salga adelante a través de iniciativas que atraigan empleo.
Pero la realidad se ha hecho patente y ha primado la política sobre los intereses de Medina del Campo.
Y es que resulta que no eran necesarios los votos positivos de todos los partidos que componen el pleno, pero Medina del Campo podría haber sido un ejemplo de consenso ante la llegada de una crisis económica sin precedentes y, en cambio, queda como un mal modelo para los ciudadanos. La política siempre es capaz de sorprendernos, y las decisiones de última hora a uno y otro lado de la mesa han volatilizado las esperanzas de unidad en una oportunidad para que los ciudadanos pudieran sentirse orgullosos de su clase política.
La Voz de Medina y Comarca