Redacción.-
«Lo que constatamos cuando se dan estas situaciones es que todo aquello que Ciudadanos no copia de la gestión anterior del Partido Popular supone una guerra entre ambos partidos». Son palabras de la diputada provincial de Toma la Palabra, Virginia Hernández, tras conocer en la mañana de hoy lunes que la agrupación naranja reprocha ahora a los populares que no ejecutasen el reglamento para poner en marcha los presupuestos participativos de la Diputación de Valladolid en abril de 2019, lo que llevó a su paralización en el mes de agosto al no poder cumplirse los plazo marcados. «En nuestro grupo nos genera seria preocupación el hecho de que entre miembros de un mismo gobierno exista tal descoordinación y falta de entendimiento, de sintonía, de trabajo en común», apunta Hernández, «porque es evidente que están trabajando de forma separada, como si hubiera dos gobiernos en uno».
Y es que han sido los medios de comunicación quienes han trasladado tanto al PP como al resto de grupos presentes en la corporación provincial las declaraciones a la prensa hecha hoy por Nuria Duque, responsable del Área de Empleo y Desarrollo. No es la primera vez que Ciudadanos no informa directamente al resto de grupos sobre cuestiones relativas a los presupuestos participativos, ya que tampoco lo hicieron sobre su decisión unilateral de incluir en el presupuesto de 2020 de la Diputación una partida específica para presupuestos participativos (600.000 euros), incumpliendo un acuerdo suscrito por los cinco grupos para no llevarlos a cabo este año tras la negativa experiencia del pasado año y la necesidad de replantear cómo ejecutarlos.
Precisamente, esta cuestión supuso una línea roja para que Toma la Palabra votase a favor del presupuesto de la administración provincial para el año que acaba de comenzar. La plataforma insiste en que esos 600.000 euros deberían destinarse a libertad de gasto para los ayuntamientos y, en el futuro, plantear un nuevo modelo de ejecución de los presupuestos participativos consensuado por todos los grupos, que garantice su correcto desarrollo y unos resultados óptimos. Al llevarse a cabo tal y como plantea Ciudadanos, el dinero se destinará a proyectos que no se votaron en la convocatoria de 2019 de los presupuestos participativos, lo que supone que vaya a parar a iniciativas que no responden a las necesidades reales de los municipios.