J. Solana.- Con el baile de los Quintos, animado por la discomovida “Mambo” comienzan hoy, a las 23.00 horas, las celebraciones de los Quintos de Castronuño, que tendrán su momento álgido mañana, Domingo Gordo», con el desfile de Quintos, previsto para las 15.00 horas, a cuyo término los mismos recitarán los tradicionales “Versos” de presentación que se desarrollarán en el pago de Carretejar, como manda la tradición.
La jornada concluirá con un pasacalles, animado por la Charanga “San Roque”, y un baile de Quintos en el Bar Divi.
Ya en la jornada del lunes, los Quintos recorrerán las casas del municipio; y el martes, a las 16.00 horas, se desarrollará el típico baile de “El Palillo”, en su versión de Carnaval, que, amenizado por la Charanga “La Tía Aurora”, pondrá fin a las celebraciones de las Carnestolendas de Castronuño en su presente edición.
Cada domingo de Carnaval o “Domingo Gordo”, Castronuño se prepara para celebrar el momento álgido de la fiesta de los quintos: “Los Versos”, festejo que convierte a esta fiesta en una de las tradiciones más emblemáticas y genuinas del municipio.
Este año los protagonistas de esta celebración son los nacidos en 1998, que en en el 2016 cumplirán 18 años.
Esta tradición, cuyo origen no está claro, se lleva celebrando al menos desde los últimos 100 años, habiéndose incorporado las mujeres desde mediados de la década de los 80.
DOMINGO GORDO Y LOS VERSOS
El gran día de esta celebración será mañana domingo, jornada en la que los Quintos engalanarán sus caballos y, entre nervios, darán los últimos repasos al verso basado en sus vidas que meses antes encargaron que les hiciera algún poeta del pueblo.
A las tres de la tarde, ataviados con un mantón de manila cubriendo el torso y su colorido sombrero de cintas, los Quintos desfilarán a caballo, acompañados de una banda de música desde el Ayuntamiento hasta “Carretejar”. Una vez allí, el público ocupará la calzada y los laterales de la carretera para crear un semicírculo frente al cual los Quintos y Quintas, a lomos de sus caballos, irán deteniéndose de uno en uno para “echar” el verso, una especie de puesta de largo o presentación en sociedad que, escrito en clave de humor, contarán la procedencia familiar del quinto que lo recita, así como anécdotas y andanzas del mismo o de familiares y amigos, episodios ocurridos en el pueblo durante el año anterior, análisis social y político.También suelen aparecer amoríos, estudios y proyectos de futuro.
Colgando de una cuerda que atraviesa la carretera de lado a lado estará el avión de las cintas. Los quintos harán una dedicatoria en el verso a aquellas personas más queridas, a las que regalarán las cintas que saquen del avión. Después estos lucirán en el cuello dichas cintas, orgullosos de tan preciado agasajo. Entre el público surgirán todo un elenco de emociones, risas, lágrimas y aplausos.
Tras los versos, la gente se echará a los lados de la carretera, dejando libre la calzada para que tengan espacio para correr los caballos. Será el momento de “de Correr las cintas”. Con una especie de pistola de madera con forma de punzón, los quintos deberán pasar corriendo bajo el avión y coger tantas cintas como sean capaces para después regalarlas a sus seres queridos.
Tras correr las cintas, los quintos acompañados de la banda de música recorrerán los bares del pueblo. Mientras tanto, en la casa de cada quinto se ofrecerá un ágape.