Y llegó la campaña
Con la tradicional pegada de carteles, en la que felizmente se utiliza cada vez menos la publicidad estática, el jueves arrancó la Campaña Electoral para las Elecciones Generales del 20 de diciembre, de las que habrá de surgir el nuevo Gobierno de España.
Todo apunta a que las nuevas Cortes Generales tendrán una configuración que nada tiene que ver con la actual, según se va desprendiendo de las encuestas que anuncian la defunción del tradicional bipartidismo a tenor del cual dos grandes partidos, uno histórico y con más de cien años de trayectoria y otro más moderno que a lo largo de su existencia ha cambiado de nombre en función de las circunstancias, han gobernado España durante la época democrática.
Las ilusiones están ahí en todas las formaciones políticas yen los propios ciudadanos que quieren ver a sus respectivas opciones políticas acceder al poder o, en su defecto, ver llegar al mismo al partido que menos les ofende.
Pero también es cierto que uno de cada cuatro ciudadanos aún no ha decidido hacia donde decantará su sufragio, con lo que la suerte aún no está echada digan lo que digan las encuestas, cada vez más cocinadas y erróneas, a juzgar por los anuncios que han hecho en las últimas confrontaciones electorales con bastante desatino.
Es por tanto llegado el momento de que los ciudadanos vayan madurando su voto y, alejándose de las pasiones, analicen qué contenidos tienen los programas de los partidos políticos e incluso la viabilidad de sus propuestas, sin olvidar quiénes son aquellas formaciones que un día prometen y al siguiente hacen lo contrario, naturalmente en el caso de aquellas que han gobernado.
Frente a PP y PSOE se enfrentan formaciones políticas de Unidad Popular, opción configurada en torno a Izquierda Unida con algunos aditamentos; y los partidos de corte nacionalista. Y junto a todos ellos dos fuerzas políticas a las que ha dado en llamarse emergentes por la presencia tienen en las encuestas y su omnipresencia en los medios de comunicación. Son las gentes de Podemos, que parece ahora desinflarse un poco, posiblemente por los bandazos y rectificaciones programáticas que ha ido haciendo desde su nacimiento; y las gentes de Ciudadanos, el partido catalán de Albert Ribera que se ha lanzado a la conquista de España.
Las opciones son muchas, unas clásicas y conocidas, “viejas” según las llaman “los idóneos”, calificativo sustantivado con el que los partidos tradicionales comienzan ya a llamar a los emergentes sin trayectoria.
La Voz de Medina y Comarca