Editorial

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Un Ayuntamiento para sorprender

El Pleno del Ayuntamiento del lunes dejará una profunda huella en la Administración española y una pesada losa sobre el futuro de Medina, difíciles de olvidar a no ser que finalmente se imponga la cordura y se remedie la situación.
Lógico y natural es que los Grupos de Oposición pretendan controlar los quehaceres cotidianos del Gobierno local, ya que para eso están en el Ayuntamiento. Pero de ahí a haber ofrecido el espectáculo de no delegar ninguna competencia del Pleno en la Junta de Gobierno Local va un verdadero abismo.
Y es que, en lo administrativo, por tal situación, Medina se ha convertido posiblemente en la única localidad de España de más de cinco mil habitantes, en las que la Junta de Gobierno son obligatorias por Ley, en la que el Pleno no delega ninguna competencia en este órgano de gobierno rápido y eficaz.
Pero no todo termina ahí, ya que al no producirse ninguna delegación, selectiva por supuesto, el Ayuntamiento tendrá serias dificultades para solventar las papeletas que diariamente le planteen los ciudadanos, retrasando algunas soluciones hasta la aprobación de las mismas por un Plenario, un mes más tarde.
La cuestión no es baladí, ya que, a modo de ejemplo, en el caso de producirse una catástrofe, una inundación sin ir más lejos, que requiera la contratación de maquinaria no contemplada en el Presupuesto, habrá que esperar al Pleno para poder hacerlo. Los pobres trabajadores municipales a los que se les presente una vicisitud económica para cuyo remedio soliciten un anticipo reintegrable y no superior a un mes de sueldo, que es lo que contempla la Ley, también deberán esperar al Plenario, con la gravedad de que su nombre y problemas domésticos puedan pregonarse a los cuatro vientos en el debate de lucimiento de alguno. Y si alguien lesiona los intereses del Ayuntamiento, que éste se olvide de contratar un abogado para defenderle hasta que el Pleno dé su visto bueno.
Todo es de suponer que así sea por una afán fiscalizador de gentes que llegan por primera vez a un Ayuntamiento a título de concejales de oposición, ya que de no ser así, y habida cuenta de que la asistencia a Plenos no se ha recortado en lo económico a petición de la oposición, habría que empezar a pensar mal y a creer que todo se ha hecho para embolsarse algunos centenares de euros a golpe de Plenos extraordinarios y casi cotidianos.
La Voz de Medina y Comarca