Editorial

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Signos externos del poder

Tal y como estaba previsto, el pasado sábado, coincidiendo con la onomástica de San Antonio, la candidata socialista, Teresa López Martín, fue investida para un nuevo mandato como alcaldesa de Medina del Campo.
La parte ceremonial de la investidura  transcurrió con absoluta normalidad, siendo la primera vez que el miembro más joven  de la Mesa de Edad que presidió la sesión impuso a Teresa López la medalla distintiva de la Presidencia de la Corporación Municipal, a la par que otro, el de mayor edad, entregó a la alcaldesa el Bastón de Mando, signo externo del poder.
Una diferencia, la de la entrega del bastón e imposición de la medalla, que marca distancias con la anterior toma de posesión de la regidora López, en la que ambos signos del poder le fueron, en la práctica, lanzados a las manos y de mala gana.
Estas cuestiones de formas, aunque puedan parecer nimias, no lo son en realidad, ya que evidencian, a priori, las diferencias que van a existir entre dos Corporaciones Municipales, la que se fue y la que ha llegado, en la forma de ser y obrar, de forma muy especial en los llamados grupos de oposición.
Y ya no se trata de un bastón o una medalla, sino de algo mucho más importante que pudo apreciarse en los discursos que pronunciaron, cada uno con sus matices, los jefes de filas de los grupos municipales de oposición, tendentes todos ellos a anunciar el alcance de consensos a lo largo de la legislatura para el beneficio de Medina, evitando así una cierta paralización de la Administración o la postergación injustificada de tomas de decisiones colectivas para el interés general de los medinenses.
Todo apunta a que la obstrucción, que se materializó en determinados asuntos vitales – pagos a la Mancomunidad, incumpliendo la Ley; modificación de Normas Urbanísticas para facilitar la implantación de empresas o la aprobación de los Presupuestos Generales del Ayuntamiento – han terminado, al menos en la voluntad de no obstruir por obstruir en beneficio de la negociación, el acuerdo y el consenso.
Con estos preámbulos, la frase de Teresa López de ser “alcaldesa de todos los medinenses”, puede tomarse como ejemplo a seguir, y no es halago, de lo que los medinenses esperan de su Corporación Municipal para poder sentirse orgullosos de las veintiuna personas que la componen.
La Voz de Medina y Comarca