Editorial

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Semana Santa y Turismo

Concluida la Semana Santa llega el momento de hacer el balance de sus resultados; pero no en sus aspectos artísticos y organizativos, que son incontestables, sino sobre el poder de atracción que la misma ha ejercido sobre el Turismo.
A priori, sin lugar a error, puede asegurarse que la Semana Santa se ha convertido en uno de los recursos turísticos fundamentales de Medina del Campo. Y es que, al margen de creencias religiosas, en las que desde este semanario no se va a entrar, ahí están los datos que demuestran tal aserto: un 147 % más de turistas extranjeros registrados y un 41% más de de visitantes nacionales; más de dos mil personas en el Centro de Recepción de Visitantes, más de mil trescientas acercándose al Palacio Real; más de quinientas, al Centro de Interpretación “Huellas de Pasión”; y más de trescientas en el Museo de las Ferias.
Así las cosas, puede asegurarse también, sin temor a error, que la Semana Santa se ha convertido, durante los días de su celebración, en motor de otros recursos turísticos de Medina del Campo.
Sin existir datos sobre la repercusión económica de las visitas detectadas, que cuantificar las mismas sería imposible, sí pudo verse durante la Pasión medinense un fuerte movimiento en el sector de la Hostelería, a juzgar por la numerosa presencia de público en terrazas, cafeterías, bares y restaurantes.
Con todos estos datos a la vista ha llegado el momento de mimar de forma exquisita todo ese mundo que moviliza la Semana Santa. Y es que el trabajo de la Junta Local ya está hecho, la promoción de la Pasión medinense desde dicha Junta y desde el Ayuntamiento, también, por lo que ahora le llega el turno y la iniciativa al conjunto de los medinenses, con o sin negocios, para hacer posible que quienes se acerquen a Medina durante la Semana Santa vuelvan en años sucesivos o se conviertan en embajadores de la villa para difundir las excelencias de la misma.
Es decir, alrededor de un hecho concreto como es la Semana Santa, generar la ilusión colectiva de todo un pueblo que sea capaz, de una vez por todas y al margen de ideologías y creencias, de “vender” con ilusión lo que tiene Medina, como se hace en otros municipios, porque lo que en la villa hay es de todos, al igual que la Semana Santa, de la que los medinenses deben sentirse, ante todo, orgullosos.
La Voz de Medina y Comarca