Solana.- Con motivo de la Procesión del Silencio, Medina del Campo se ha convertido esta noche en un verdadero museo del Renacimiento procesional al aire librel. Y es que no en vano, en dicha procesión, sin desdoro de otras imágenes más modernas, han salido a las calles el Lignum Crucis, del siglo XVII; La oración del Huerto, del siglo XVI; Jesús Atado a la columna, de 1565, cincelado por Domingo Beltrán; la Cruz guía-Crucificado de la Vera Cruz, del siglo XVI; El Nazareno de Francisco del Rincón, del siglo XVI; el Cristo de la agonía, de Domingo Beltrán; el Calvario de la iglesia de Santo Tomás, del siglo XVI; el Cristo de la Paz, de 1554, esculpido por Juan Picardo; Nuestra Señora de las Angustias, del siglo XVI; el Yacente, del siglo XVI, del taller de Sebastián Ducete; el Santo Sepulcro, del Maestro de Covarrubias, del siglo XVI; y La Soledad, anónimo del siglo XVI.
Tales pasos han estado acompañados por la totalidad de las cofradías medinenses, sus respectivas bandas, la Banda Municipal de Música; a la par que el desfile procesional ha estado presidido por la alcaldesa de Medina, Teresa López, acompañada por la Corporación municipal, autoridades civiles y militares; así como por los párrocos y eclesiásticos de la totalidad de iglesias y conventos locales; y los miembros de la Junta local de Semana Santa, encabezados por Carlos García Serrada.
Perfecto orden procesional y plan de evacuación, sin ningún incidente; fervor en las filas de los cofrades y miles de personas en las calles.
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