ARCH
Una de las buenas noticias que han surgido a lo largo de la semana es, sin lugar a dudas, el efecto beneficioso que ha experimentado el aspecto de Medina del Campo de la mano de la financiación del Area de Restauración del Centro Histórico, ARCH.
Y es que los datos facilitados por la Oficina de Gestión del Plan, elaborados con motivo del cierre del año 2014, no dejan lugar a dudas: 15 edificios, 111 viviendas y 43 locales comerciales restaurados, con una ayuda de global de 1.336.981 euros, que ha movilizado además una mayor cuantía económica de inversión por parte de los propietarios de fincas, viviendas y locales, con el fin de captar las correspondientes subvenciones.
Si se analiza el tema, detenidamente, se llega a la conclusión de que el ARCH ha supuesto un verdadero colchón económico durante la crisis a efectos de generación de empleo en el sector de la Construcción; pero el tema no termina ahí, ya que el aspecto de determinadas zonas del centro de Medina ha cambiado al rejuvenecer la faz de algunos de sus inmuebles.
Parece que los medinenses, a lo largo de la eclosión definitiva del ARCH, han tomado conciencia de la importancia del casco histórico de la villa a todos los efectos y han detectado, simplemente porque puede verse, que Medina cuenta con un importante patrimonio arquitectónico de finales del siglo XIX y principios del XX, que se suma al tradicional y más conocido de épocas anteriores.
Y es que la Medina de finales del XIX y principios del XX, en la que comenzó su recuperación demográfica, tras siglos en los que tenia menos población que Nava del Rey, Rueda o Pozaldez, por citar tres ejemplos, contó con excelentes arquitectos, algunos de los cuales, caso concreto de Constantino Candeira, diseñaron verdaderas joyas arquitectónicas, dignas de un estudio por parte de especialistas.
Son esos muchos de esos inmuebles que ahora se han recuperado gracias al ARCH y que vuelven, de nuevo, a brillar con luz propia en ese marco de una Plaza Mayor singularísima, en la que conviven con edificios de otras épocas, que en su conjunto son el reflejo de la sociedad que los construyó. Y restaurados los inmuebles, sintámonos orgullosos de los mismos y digamos adiós a esos complejos provincianos que hacen que admiremos siempre más lo de fuera que lo de dentro, cuando en casa tenemos lo mejor.
La Voz de Medina y Comarca