Editorial

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Encierros
A lo largo de estos días, con motivo de las Ferias y Fiestas de San Antolín, Medina del Campo ha vivido y aun vivirá en próximas fechas los tradicionales encierros, declarados hace ya años de Interés Turístico Nacional.
Precisamente estos encierros son el único hecho diferencial que, en los tiempos futuros, habrá de caracterizar a las fiestas de Medina del Campo, ya que al resto de actos, ya sean conciertos, actividades infantiles, teatros o cualquier otra cosa, se resuelven y solventan, en Medina como en la China, a golpe de cartera, o si se prefiere de cheque.
Completamente de acuerdo en que los encierros de Medina del Campo se han ido mejorando con los años. Primero fue la eliminación, en tiempos del alcalde Cano, de los coches recortados que rompían el encierro y dificultaban su entrada, compleja por otra parte en aquellos tiempos por el necesario paso de varias vías del tren, teniendo que recurrir a los auxilios de Renfe para el paro de convoyes cuando era necesario.
Después, todo se mejoró merced a una asociación ya extinta que veló por el contenido, forma y desarrollo de los encierros entendiendo, como puristas que eran, que los mismos debían entrar de forma rápida. El criterio es discutible ya que el encierro medinense, al estilo de la villa, tiene tres tiempos marcados: el campo, las calles y el coso; y para todos los públicos debe haber diversión.
Pero en el afán de mejorar los encierros de Medina, en los últimos años se ha recurrido a la compra de novillos de una sola ganadería para cada encierro, al hermanamiento de tales reses durante un periodo prudencial para que los mismos no se separen cuando llega el momento, ni se pierdan por los caminos, antes de hacer su entrada al casco urbano.
Y al margen de polémicas, es cierto que si Medina del Campo quiere tener en el futuro unas fiestas singulares, habrá de cuidar el desarrollo de los encierros, regularizando más determinadas participaciones que en nada nos benefician.
Ese es el reto: recoger lo que viene de antiguo, mejorarlo y legarlo a las futuras generaciones para que disfruten de esa singularidad de las fiestas de Medina del Campo que son los tradicionales encierros, históricamente celebrados, al menos desde su restauración, en los días 2, 4, 6 y 8 de septiembre; aunque con el cambio de tiempos se han modificado algunas fechas de celebración, que si bien afectan a días concretos, también podrían ser atingentes al mes de su desarrollo.
La Voz de Medina y Comarca