Editorial

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Violencia de Género 
Algunas veces, cuando los execrables hechos de Violencia de Género, que culminan con la muerte de una mujer, acontecen en municipios lejanos, no se da a los mismos la debida importancia. Incluso, cuando la Violencia de Género se perpetra en la cercanía sin desenlace fatal, y son numerosísimos éstos delitos en la zona de Medina del Campo, parece que todo lo cubre un tupido velo y nadie sabe nada, trascendiendo, cuando se conocen, a través de escuetas notas de prensa o simples comentarios vecinales.
Pero cuando un delito de Violencia de Género, como es el homicidio acontecido el miércoles en Medina, y que tuvo como consecuencia fatal la muerte de María del Henar González, las cosas cambiaron para los medinenses, simple y llanamente, porque “nos ha tocado de cerca”.
Por aquello que ya no tiene remedio, nada puede hacerse salvo soportar el dolor y dejar que actúe la justicia; pero de lo irremediable han de sacarse conclusiones y formas de actuar para que hechos, como los acaecidos en Medina, no se repitan jamás.
Entre estas normas ha de figurar en primer término la llamada “Tolerancia cero”, que lleve a los ciudadanos a aislar socialmente el maltratador; y a las víctimas, familiares y amigos, que para eso están, a denunciar los hechos con todas las consecuencias. Y no vale una “visita” a la Comisaría o al “Cuartelillo”de turno, donde puede, en un momento determinado, no encontrarse la persona adecuada – por falta de especialización o por cualquier otro motivo – para convencer a quien va a denunciar y está indeciso, a presentar la denuncia.
En otros niveles, es momento también de exigir, sin hacer política, que los llamados recortes no afecten más a la lucha contra la Violencia de Género, en unos momentos en los que la misma repunta. Y es momento, y esto sí es política, de deslindar las competencias de cada institución y hasta de los Poderes del Estado. Y es que no parece de recibo que en la actualidad una misma persona ostente la Presidencia del Observatorio de Violencia de Género, cargo judicial y nacional; y la Jefatura  de Coordinación Territorial de la misma materia, por delegación del Ejecutivo, en una comunidad autónoma.
Pero tiempo habrá de analizar esto y  más, que hoy, este editorial, haciendo justicia, sólo puede tener dos objetivos: condenar todos los delitos de Violencia de Género y solidarizarse con el dolor de la familia del que nos toca más de cerca, el de María Henar González.
La Voz de Medina y Comarca