Editorial

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Y el ciudadano, ¿qué?
El grupo de Gobierno del Ayuntamiento ha retirado del Orden del Día del Pleno del lunes el proyecto de Presupuestos Municipales para el presente año, a consecuencia de la negativa rotunda de Izquierda Unida y del Partido Popular, no a no aprobar los mismos, que entraría dentro de la lógica ilógica de una oposición dispuesta a torpedear la labor del Gobierno Municipal, sino a sacar adelante otros muy diferentes, propuestos por IU, de marcado carácter electoral, ya que dicha formación de “izquierdas” hace campaña, tal y como sus miembros afirman, desde el primer día de la legislatura.
Así las cosas, vuelve, si es que alguna vez se fue, la histórica “pinza” PP-IU, que ya perjudicó a Medina durante algún tiempo en cuestiones de empleo, por no poder compatibilizar usos de suelo industrial y comercial.
Las propuestas esgrimidas en el anteproyecto de Presupuestos de IU, que pretendía apoyar el PP, no van más allá de suprimir un par de sueldos de personas fundamentales para el mantenimiento del pacto que llevó a la alcaldesa Teresa López a la primera magistratura local, con los votos de IU; la eliminación de alguna que otra subvención a asociaciones, por razones ideológicas, que podrían afectar, entre otras, a la Semana Santa, con el pretexto y contrapartida de ejecutar, con tales “ahorros”, alguna que otra obra de marcado carácter electoral, sin datos reales sobre el presupuesto de las mimas.
Pero al margen de políticas, que tanto hartazgo causan actualmente al ciudadano, la pretendida “pinza” se ha olvidado precisamente de éste, del ciudadano, y de las necesidades que el mismo pueda tener y sean susceptibles de remediarse, en la medida de lo posible, en los Presupuestos del Ayuntamiento, indefectiblemente prorrogados y, en consecuencia, con idénticas partidas que en 2013, cuando las circunstancias de Medina han cambiado.
Por supuesto que los servicios básicos que el Ayuntamiento presta a los ciudadanos no están en peligro, ni con ni sin nuevo presupuesto, pero algunos matices que deberían abordarse para conseguir una Medina menos sombría y con más futuro, sí.
Es de esperar que los medinenses, cuando conozcan las consecuencias de la “sinrazón” de la “pinza” y de a dónde lleva ésta a Medina, tomen buena nota y exijan, más pronto que tarde, que las elecciones locales ya se acercan, responsabilidades políticas.
  La Voz de Medina y Comarca