Editorial

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“Cosas veredes”
“Cosas veredes, amigo Sancho, que faran fablar las piedras”. La frase en cuestión se atribuye a Cervantes, aunque la misma, además de indocumentada, no figura en su inmortal “Quijote”.
No obstante, tal sentencia viene como anillo al dedo para la situación que viven los Juzgados de Medina del Campo, cuya permanencia en la villa pende de un hilo de salir adelante reforma del modelo de demarcación judicial que auspicia el Gobierno de Mariano Rajoy, si la misma se contrapone a las declaraciones realizadas por el presidente del Tribunal de Justicia de Castilla y León, José Luis Concepción, durante la inspección que giró hace unos días a los juzgados de la villa.
Y es que si, con el fin de ahorrar gastos y “adelgazar” la Administración de Justicia, el Gobierno pretende suprimir los Juzgados de Medina del Campo, el presidente del TSJ, tras inspeccionar los mismos, en un alarde de independencia absoluta y con conocimiento de causa, llegó a asegurar que Medina necesita de la creación de una tercera sala para aliviar el trabajo que pesa sobre los dos juzgados existentes.
Ahí está la contradicción, entre quienes proponen una nueva legislación y quien, por profesión, experiencia y conocimiento de la situación, ha de velar necesariamente por la eficacia de la justicia.
La situación en el caso de los juzgados viene a ser la misma que en muchas otras materias, en las que Gobierno y legisladores, con ese desconocimiento que da la lejanía y el hecho de no pisar el asfalto de las calles, llegan a veces a imponer cosas tan absurdas, y de obligado cumplimiento, como puede ser la creación de una amplia zona verde, por cuestiones urbanísticas y para mejorar el aire de los ciudadanos, en un pueblo de 40 vecinos olvidando que le circundan cientos de hectáreas de campo.
Pero volvamos al dicho, no al atribuido a Cervantes sino al anónimo, en el que, por una confusión, tiene su origen la frase aludida: “Cosas tenedes”, tenéis cosas, que, por obra y gracia de un Gobierno legítimo aunque ensoberbecido, van a perderse, quizás por no haber sido contundente la ciudadanía en su defensa, ya que hay cuestiones que, por lo imperceptibles en un primer momento y por la simpleza de un “conmigo no va”, no se defienden aunque perjudiquen a la larga a un municipio y a toda una comarca. Primero fue el tren, después vinieron los Centros de Salud, hoy es la Enseñanza; mañana, los Juzgados y, pasado mañana, además de la impartición de la Justicia, quizás los propios derechos.
La Voz de Medina y Comarca