Editorial

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Reglamento
El Ayuntamiento de Medina del Campo aprobó en su última Sesión Plenaria su Reglamento Orgánico, un documento regulador que pretende dejar claro cuáles son los derechos y deberes de los concejales, sus dedicaciones, su protección legal y hasta sus competencias y forma de actuar tanto de forma individual como cuando se encuentran reunidos en sesión Plenaria o en Junta de Gobierno y de Portavoces.
Hasta aquí, nada de particular ni de realmente novedoso que no esté contemplado en el Reglamento de Ordenación y Funcionamiento de las Corporaciones Locales, ROF, que, con rango estatal, rige la vida municipal de todos los Ayuntamientos de España.
Pero además de lo ya contenido en el ROF, el Reglamento Orgánico del Ayuntamiento de Medina del Campo presenta, a modo de intención y con directrices para su dotación económica, vinculando la misma a los Presupuestos Municipales, el hecho real de los Grupos Políticos, definiendo cuáles serán sus derechos en cuanto a dotación económica, su personal de confianza y control y fiscalización de las subvenciones no condicionadas que percibirán para su normal   funcionamiento para atender al ciudadano, a justificar tanto ante el Plenario como ante los Servicios fiscalizadores.
Ahí radica el “quid la cuestión” que es, en definitiva, lo que interesa a los ciudadanos.
Lástima que el reglamento no haya sido aprobado por unanimidad, ya que no contó con la anuencia del Partido Popular, que en épocas ya intentó sacar adelante el suyo propio, dejando después que el mismo durmiera en el sueño de los justos.
Y es lástima, no porque no se haya obtenido la unanimidad en un tema tan transcendente, ya que tal carencia aboca al nuevo reglamento a una dependencia absoluta de los Presupuestos de cada año, con lo que las dificultades para llegar a un acuerdo se intensifican y se hacen casi insalvables.
Así las cosas, el nuevo reglamento puede quedarse en una mera declaración de buenas intenciones que equivale a tanto como decir papel mojado, siempre sometido a los vaivenes de quien gobierne el Ayuntamiento de turno. Pero, aún queda un punto de inflexión para llegar al consenso con motivo de la aprobación definitiva del Reglamento, tras su período de exposición pública. Y eso sería bueno para todos.
La Voz de Medina y Comarca