Editorial

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Semana Renacentista
Medina y los medinenses se preparan para vivir la sexta edición de la Feria Renacentista, ataviados en muchos de los casos con trajes de tal época y dispuestos a participar de forma masiva en la amplia programación que la Villa de las Ferias ofrecerá durante dichos días.
Es innegable que tal celebración adquirió hace ahora un año un aire completamente novedoso, dejando de lado aquellos eventos que no pasaban de tener carácter doméstico en sus primeras ediciones, para convertirse en un verdadero y multitudinario referente que trasciende de lejos los simples límites de las fronteras de la villa.
La razón de este éxito tiene que buscarse en algo tan sencillo, y a la par tan difícil, como es la participación ciudadana, dejando al libre albedrío de los medinenses, sus asociaciones y colectivos a los que pertenezcan, la forma de participar en la feria, organizando cada uno de ellos, en muchos casos, actividades específicas que se integran en la programación, ofreciendo así lo que antes eran elementos sueltos en una panoplia de actividades que se desarrollan durante unos días específicos y a fecha fija.
El acierto que en este sentido ha tenido el Ayuntamiento de Medina del Campo no ha sido otro que realizar una labor de coordinación horaria, la inclusión de cuantas propuestas le han llegado por parte de los colectivos que querían participar y borrarse del protagonismo propio de otras épocas para transferir el mismo a quienes son los verdaderos protagonistas del evento: los medinenses.
Así, se avecinan ya unos días, tras arduos preparativos por parte de los ciudadanos -rara es la madre que no se ha sentado a la máquina de coser o ha buscado los recursos económicos para conseguir que sus hijos tuvieran el traje adecuado para concurrir a la feria-, en los que la implicación de todos los medinenses será total, en los que las aglomeraciones de gentío volverán a ser patentes y en los que la diversión estará garantizada, moviendo así de forma casi imperceptible también los hilos económicos de la villa, que donde hay gente, hay venta.
Así pues, Medina está de enhorabuena porque finalmente ha encontrado un objetivo común para trabajar y para ilusionarse, desencorsetado de las directrices y de todos aquellos cortapisas que hacen que este tipo de eventos fracasen. Y aquí, como nadie pone trabas, el éxito está ahí entre los días 15 y 18 de agosto, de la mano de la Feria Renacentista.
La Voz de Medina y Comarca