Editorial

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Juzgados
Todo apunta a que los últimos retoques dados al borrador de la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), que se baraja en el Ministerio de Justicia, decretará el cierre de los juzgados de Primera Instancia e Instrucción de Medina del Campo y Rioseco, con el fin de centralizar en Valladolid todos los partidos judiciales.
Esta medida incluida en la que ya se conoce como “Ley Gallardón”, que las leyes que alumbran los ministros del actual gobierno lleva firma y apellidos – y si no que se lo pregunten a quienes experimentan los “beneficios” de la “Ley Wert” – afectará a la práctica totalidad de las provincias españolas, con excepción de Madrid y Barcelona, por causas obvias.
Eso sí, de salir adelante, la futura “Ley Gallardón” auspiciaría en los municipios de gran tamaño – nadie sabe si Medina del Campo estaría incluida entre los mismos – el mantenimiento de algunas “sedes” para realizar en las mismas ciertos trámites. ¿Dios sabe cuáles serán éstos si los matrimonios y las partidas de nacimiento y otros documentos similares se confían a notarios y registradores?.
Con los escasos datos de los que aún puede disponerse, la LOPJ, que auspicia el ministro Gallardón, fiscal de profesión real aunque ya nadie recuerda si ejerció tal cargo, “quitaría”, que es la expresión exacta. a los jueces la instrucción sumarial para ponerla en manos de los fiscales. Y que cada cuál, a su saber y entender, saque las consecuencias de de tal “transferencia” quiera.
Poro lo que es innegable es que si en municipios como Medina se suprimen los juzgados, los ciudadanos de la villa y de su comarca, con excepción unos pocos privilegiados, a tenor de sus rentas o fortunas, quedarán casi inermes y, desde luego, indefensos y privados del acceso a la Justicia.
Y es que si al cierre de un juzgado se une el pago de Tasas Judiciales que decretó el gobierno, las dificultades de transporte para acercarse a Valladolid, por cuestiones de precio y de horarios de transporte público, y hasta el encarecimiento de los gastos de abogados y procuradores, emanados del kilometraje que diariamente tendrán que realizar, el acceso a la Justicia, ya de por sí complejo para todos, se convertirá en un bien escaso y de lujo para unos pocos.
Así comenzaron las reformas sanitarias, las educativas y ahora le toca el turno a las judiciales que, día a día, por sus resultados, aumentan los sufrimientos de los ciudadanos.
«La Voz de Medina y Comarca».