Corrupción
El tema de presunta corrupción del tesorero del PP, ya conocido como el “affaire de los sobres” o el caso “Bárcenas”, ha venido a sacramentar la creencia generalizada en la sociedad de que la corrupción llega a todos los poderes0 públicos y estamentos sociales.
Inútil enumerar y explicar ahora los casos de corrupción detectados en los últimos tiempos y que afectan tanto a los partidos políticos como a la Patronal y, sin duda alguna, a la propia Justicia; aunque el “caso Bárcenas”, por su cuantía, bien merece figurar en lo alto del palmarés. Y es que, con independencia del recorrido judicial del mismo, el inapelable juicio de la ciudadanía ya se ha emitido a través de las correspondientes encuestas realizadas por algunos medios de comunicación, en las que el resultado es contundente: Hay corrupción y hay más corrupción en el PP que en el PSOE.
Quizás tal corolario sea la lógica consecuencia de la actitud timorata y de tibieza que muestra siempre el Partido Popular cuando le toca una china de este calibre. Y es que no parece de recibo, y quizás sea lo más vergonzante de todo, la respuesta que, de forma cotidiana, ofrece la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que simultanea tal cometido con la presidencia de Castilla La Mancha, cuando asegura, sin complejos, “en lo que a mí me consta, no hay … ”, frase desafortunada pero siempre más digna que la perla que brindó al sufrido pueblo español al asegurar que quiere “ver los recibís de los sobres”, que es tanto como llamar idiota al conjunto de la ciudadanía, que, dígalo o no la política mejor pagada de España, no ignora que para el reparto de un botín o de un saqueo no es costumbre firmar ningún “recibí”.
Y en lo relativo a la auditoría externa que fiscalice la contabilidad del PP, una vez estudiada la misma por otra auditoría interna, la verdad sea dicha, los Populares pueden ahorrarse tal gasto ya que el Tribunal de Cuentas ha realizado tal cometido sin poner reparos, siendo éste mucho más fiable que cualquier auditora contratada. Y es que, y vuelta la burra al trigo, las cuentas han sido, son y serán correctas, !Faltaría más!.
Pero no es de cuentas de lo que se trata, sino de explicaciones convincentes y de actuaciones ejemplares que pongan a cada cual en su sitio y a quien lo merezca, sea del PP o de cualquier otro partido, entre rejas.
Ha llegado el momento de que la Oficina Tributaria abra un despacho permanente en las sedes de los partidos políticos, como va a hacer la inspección bancaria en las grandes instituciones financieras, simple y llanamente porque la delictiva actuación de unos pocos no se corrigió a tiempo y se ha extendido la creencia de la existencia de corruptelas en todas partes, si es que no es la corrupción misma la que está en todas ellas.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA