Editorial

0

Y llegaron los galgos
Tras un amplio periodo de eliminatorias ya se encuentran en Medina de Campo los 16 mejores galgos de la “Piel de Toro”, todos ellos dispuestos a erigirse en el número uno del septuagésimo quinto Campeonato Nacional de Galgos en Campo-Copa de Su Majestad El Rey. Y, junto a ellos, el gran ambiente que generarán las más de 20.000 personas cuya llegada se anuncia con motivo del evento.
Las reservas de los establecimientos hoteleros, completas; las expectativas de diversión, sin límites; el ambiente de negocio, en plena expectativa y la ilusión de todos, desbordante. Y es que el acontecimiento no es para menos, ya que Medina del Campo, “Meca de la liebre y del galgo” desde siempre, luce palmito por todas partes gracias a que su nombre, de la mano del Campeonato, suena en todos los medios de comunicación de ámbito nacional porque la ocasión lo merece.
Atrás quedan los trabajos que concienzudamente ha realizado la Federación Nacional, que ayer, en un alarde de modernidad y rasgo de apoyo a la “Villa de las Ferias”, ofreció, por primera vez en la historia y con motivo del LXXV Campeonato Nacional, el sorteo de colleras en Medina, fuera de su sede de la madrileña calle Barquillo.
Atrás quedan también los denuedos del Ayuntamiento, de la Subdelegación del Gobierno y de otros colectivos que han participado en la organización, para dar paso a las Fuerzas de Seguridad, a Protección Civil, a jueces de campo y a un sinfín de personas anónimas que, en medio de la alegría del Campeonato, seguirán trabajando y secundando las órdenes recibidas para que todos salga bien, sin incidentes, con seguridad y comodidad para cuantos se acerquen a Medina durante los días de celebración del mismo.
Ahora sólo falta el buen tiempo para que todo sea perfecto; pero si las condiciones meteorológicas fueran adversas seguro que el mundo del galgo, acostumbrado a las frecuentes inclemencias del tiempo, encontrará la diversión necesaria para esperar esos minutos, quizás esas horas, en medio del nerviosismo y de la alegría, hasta que se disipe la niebla y comiencen las carreras, esas en las que   se obra el milagro y aparecen la plástica y  la belleza en su estado puro cuando un galgo, a una velocidad de vértigo, persigue a una de esas liebres de temple y de carácter duro que sólo se crían en los campos de Medina que, en 2013, revalida su sobrenombre de “La Meca de la liebre y el galgo”, de la mano del LXXV Campeonato Nacional de Galgos en Campo – Copa de Su Majestad El Rey.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA