Redacción.- En la noche del próximo lunes, la serie “Isabel”, que se emite en el primer canal de TVE, recreará la Batalla de Olmedo, que tuvo lugar el 20 de agosto de 1467 entre el rey Enrique IV y su hermanastro Alfonso, hermano a su vez de la católica reina.
En la narración, las tropas de Enrique IV parten de la localidad de Cuéllar hacia Medina del Campo, pero un emisario anuncia al monarca que no se presente en la batalla de Olmedo con insignias conocidas, pues sus enemigos traman una conjura para acabar con su vida. En los días previos a la batalla, Enrique IV manda a Olmedo, sede de Alfonso, un monje trinitario para anunciar que irá a Medina del Campo, pasando por Olmedo sin ningún ánimo bélico; a lo que el Arzobispo Carrillo de Toledo, de parte de don Alfonso, le explicará qué otros caminos puede tomar sin acercarse a la villa de Olmedo.
Antes de comenzar la batalla, el arzobispo de Toledo se sitúa en las inmediaciones del monasterio de la Mejorada, mientras que las tropas de Enrique IV lo hacen al oeste de la villa, en el puente sobre el Adaja.
Las tropas de Alfonso utilizarán por primera vez la mortífera lombarda artillera. La batalla duró tres horas, creyéndose ambos contendientes vencedores. El arzobispo de Toledo, leal a Alfonso, entró triunfante en Olmedo con sus tropas, mostrando en la plaza de Olmedo los estandartes tomados al enemigo. De ahí nace la sentencia popular que dice: “Quien Señor de Castilla quiera ser, a Olmedo de su parte ha de tener”, para significar la importancia histórica de la localidad de Olmedo. Eso sí, en otros municipios el refrán incluye también el nombre de Arévalo, por lo que será interesante ver el capítulo de “Isabel”, para disipar tal duda, si es que se llega a citar dicho refrán.