Editorial

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Gamesa, un objetivo de interés general
En los últimos días hemos acudido, con sorpresa, al ERE de extinción que ha presentado la empresa Gamesa y que, si nadie lo remedia, llevará a 74 personas al paro, y a sus correspondientes familias a una situación de incertidumbre, que en época de crisis será difícil de disipar, dado el panorama de ausencia de trabajo y las perspectivas de crecimiento del paro.
Pero si a todos ha sorprendido el ERE de Gamesa, más sorpresivo aún ha sido el comportamiento de algunos políticos a los que les viene grande el cargo que ostentan.
Y es que se puede ser más o menos acertado a la hora de gobernar y a la hora de hacer oposición; pero ante ciertos temas, como es el del paro general en toda España, y el ERE de Gamesa en el caso concreto de Medina del Campo, la solución, si es que existe, debe ser consensuada y peleada por la totalidad de las fuerzas políticas, sindicales, sociales y ciudadanas.
De ahí que haya sorprendido la actuación de algún político que, jugando con el pan de las familias afectadas por el ERE, haya entrado en el grosero y soez juego de dimes y diretes intentando arrogarse la autoría de una simple, aunque no por ello menos importante, concertación de una entrevista con el consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, como si dicha entrevista fuera un triunfo personal, que además no es.
No estaría de más, por ello, preguntarse quién se creen algunos que son a la hora de satisfacer sus egolatrías cuando está en juego el porvenir de 74 familias; a quién creen representar cuando, en un alarde de todo con excepción de la grandeza, se ponen a jugar en lo que quizás para ellos sean batallitas, pero para los afectados y para los centenares de personas que de ellos dependen, es su vida.
Aún se está a tiempo de rectificar y a algunos de dichos personajes, que no nombramos por creer que es el olvido aquello que más puede hacerlos reaccionar, les ha llegado el momento de realizar una cura de humildad y apoyar como uno más, porque más no son, la postura común que se adopte de mutuo acuerdo para intentar solventar un problema que, además de generar de forma directa 74 despidos en la villa, destruirá también empleo inducido a tenor del consumo que aquellos realizaban con su capacidad adquisitiva.
En otras ciudades, cuando se plantea una problemática de estas características, la sociedad, encabezada por sus primeros representantes electos, no duda en arrimar el hombro de forma unánime. Por ello Medina no puede ser, con el tema de Gamesa, diferente y es necesario hacer una llamada a aquellos que se salgan de lo que ahora se denomina “la buena dirección”.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA