“R” de repago, recorte y ….
En los últimos días, los españoles miran expectantes y con cierto grado de estupefacción los repagos, recortes y “céntimos” de todo tipo que se imponen a sus economías para sufragar los gastos, las deudas y hasta las refinanciaciones de deuda, sean éstas de las diversas Administraciones del Estado o, de forma indirecta, de los desastres que la pésima gestión que durante años se ha cernido sobre parte del sistema financiero español ha propiciado.
Muchas “erres” podrían citarse, pero quizás la más sangrante para la ciudadanía sea la que se avecina con el “R”epago de la dispensación de medicamentos, que habrá de incidir de forma clara en las clases más modestas y en los pensionistas. Y es que no sirve revalorizar las pensiones mínimas y cobrar a sus destinatarios 8 o 10 euros al mes por medicamentos, cantidad que equivale a las propias revalorizaciones de éstas.
Si a ello se añade el céntimo sanitario, que grava los combustibles, y que la financiación de la Sanidad Pública ya sale de los impuestos directos, el “re”, reiterativo de repago puede llegar a convertirse en un “Re”cobro.
Los “R”ecortes, dada la mala situación de las cuentas públicas, se ensañan también con la enseñanza pública, y no sólo ya sobre los sueldos de los funcionarios, sino también sobre los destinatarios, que, en el caso de los universitarios, se elevan, en concepto de matriculación, hasta el infinito.
Incluso la Justicia no tardará en “R”ecaudar a aquellos que, disconformes con una sentencia cualquiera, que bien puede ser errónea, no podrán recurrir la misma sin abonar la correspondiente tasa, dejando así fuera de juego e inermes, de nuevo, a las economías más modestas.
A tales espolios se suman también los rescates de determinadas entidades financieras que, en principio, se hacen con el dinero de los españoles mientras éstos observan atónitos cómo tales entidades reciben dinero a espuertas y a bajo interés de Europa – España es una parte de ella y en consecuencia dichos fondos salen de donde siempre – para prestárselo al propio Estado, a través de la Deuda Pública o de cualquier otro sistema, a alto interés, con lo que el anhelado crédito a empresas y familias no fluye y la generación de empleo se hace imposible. Y a partir de ahí, baja el consumo, Hacienda recauda menos y se “R”einicia el camino de la pescadilla que se muerde la cola, que no es otro que el “R”ecorte del gasto y la aminoración de los ingresos de los impuestos por no haber movimiento económico, con lo que España corre, inexorablemente, hacia su perdición sin que nadie explique, de forma clara, en qué medida los “R”ecortes incidirán en el inicio de la salida de la crisis, al no estar acompañados de las necesarias reformas estructurales.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA