Solana.- El elenco “Pasana”, de Huesca, fue el elenco encargado, en la noche del sábado, de levantar el telón de la décimo primera edición de la Muestra Nacional de Teatro Aficionado “Ciudad de La Seca”, que se desarrolla en la sala teatral «La Cilla» de dicha localidad, eligiendo para tal fin la obra “Noches de amor efímero”, de Paloma Pedrero.
Con una sala algo escasa de público comenzó la representación de “Noches de amor efímero”, bajo la dirección de Antonio Meseguer, que, en su conjunto, resultó plana y no colmó las expectativas que se habían puesto en el elenco oscense.
“Noches de amor efímero” es un conjunto de cuatro historias capaces de cambiar el normal devenir de sus protagonistas.
Los responsables de dar vida a la primera historia, “La llamada de Lauren”, que fueron los actores Lorenzo Latre y Carmen Sierra, no extrajeron el jugo que les brindaban sus personajes: un matrimonio que, en una noche de carnaval, asumen los papeles que la naturaleza no les otorgó, convirtiéndose ella en el hombre y él en la mujer, desencadenándose a partir de ahí todos los temores de éste y su incapacidad para haber “salido del armario” y, en consecuencia, la tragedia de haber jugado en la vida un papel que no era el suyo.
La segunda de las escenas, “Solos esta noche”, corrió a cargo de Laura Noguero y Ernesto Gracia. En la misma, y a pesar del poco acierto en la representación de los roles, se dejaron entrever los interesantes diálogos que provoca la extraña situación de un albañil y una funcionaria que se ven atrapados y solos en el metro. El, correcto y valiente; y ella, plagada de prejuicios, miedos y recatamiento que a lo largo de la noche se van disipando y hacen posible el amor.
“La noche que ilumina”, tercer amor efímero, al que dieron vida Gloria Larte, en el rol de una mujer maltratada; y Toño Laguarta, en el de su abogado, fue sin duda alguna lo mejor de la noche, especialmente por la labor actoral de la primera, en la que se fue viendo la evolución de una mujer maltratada e inculta cuando aparece el cariño donde menos lo espera: en un parque, a altas horas de la noche de manos de su abogado, con el que vive una experiencia que, merced a la confusión de un calmante por una droga de diseño guardada por error en una caja, la protagonista, Rosi, es capaz de recuperar la sonrisa y la felicidad.
La cuarta historia efímera, “Esta noche en el parque”, corrió a cargo de Laura Noguero y Ernesto Gracía, que dieron vida a una mujer que exige, cuchillo en mano, satisfacción sin encontrarla. Todo termina con la muerte de ésta a manos de su amante, sin haberlo pretendido.
En general, la representación de “Noches de amor efímero”, a cargo de “Pasana” resultó tediosa salvo en su tercer apartado