Tres meses y a ver qué pasa
Es tradición y, en consecuencia norma de ley, en democracia, respetar la labor que realice cualquier Gobierno durante un período de noventa días, tras su toma de posesión.
En consecuencia, no puede otorgarse un período menor de tiempo a tres meses al Gobierno municipal que encabeza la socialista Teresa López para ver cuáles son sus primeras decisiones, sus pasos iniciales y cualquier tipo de gestión en ese período de confianza absoluta que debe tenerse, a priori.
Para el otorgamiento de tal confianza hay que tener en cuenta, además de la primera toma de contacto de los nuevos gobernantes con la institución municipal, el mal estado en que se ha realizado el cambio de poder, sin explicación alguna, según parece, por parte del equipo de Gobierno saliente al entrante, que ha llegado incluso, al igual que aconteciera hace ya unos años, a dejar vacíos de documentos los despachos principales, presumiblemente habiendo remitido los expedientes que en los mismos se encontraban a los negociados correspondientes, dejando como única herencia varias bolsas de basura llenas de papeles destruidos y ordenadores formateados, de los que ni siquiera se han facilitado las claves de acceso a los mismos.
Pero lo importante, en el período de tiempo aludido, es la toma de decisiones rápidas encaminadas a gobernar un Ayuntamiento; el perfeccionamiento de los servicios que se encuentran en funcionamiento; y, por qué no decirlo, mostrar una cercanía absoluta hacia el ciudadano para que una institución, como es el Ayuntamiento de Medina del Campo, que se había alejado del ciudadano, se aproxime al mismo y se recupere esa confianza que debe tener cualquier medinense a la hora de acceder al número uno de la Plaza Mayor y, de forma especial, a quienes ocupan el mismo, ya que el respeto lo impone la propia Casa Consistorial y la cercanía deben conferirla los que la ocupan por un período inicial de cuatro años.
En esta ocasión, la encargada de regir los destinos de Medina del Campo es una mujer, la primera en la historia, a la que se ha encargado, por la suma aritmética de los votos de los concejales, tal cometido, por lo que, al margen de cualquier feminismo trasnochado, debe darse, tal y como lo mandan los arquetipos contemporáneos, las mismas oportunidades que a los hombres que han ocupado anteriormente la primera magistratura local.
Con el deseo de que ésto sea así, ya que en ello Medina del Campo y los medinenses se juegan su futuro, desde este semanario, además de la enhorabuena por acceder a la Alcaldía, López tiene de antemano otorgados los noventa días de confianza absoluta.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA