Manuel de la Corte.- Si la “Charangana” se había convertido por derecho propio en una de las grandes citas festivas de Medina del Campo, la edición 2011 no sólo cumplió las expectativas, si no que superó con creces todas las previsiones en cuanto a asistencia, repertorio y divertimento.
Este año, la cita musical cumplía su quinto aniversario. Por ese motivo, el despliegue fue mayor, ya que a las charangas habituales se unieron cuatro agrupaciones más, por lo que ningún rincón de la villa se quedó sin su particular dosis de saxofón, trompeta o tambor.
Junto a “Tropycana” estuvieron presentes las otras dos agrupaciones musicales de la villa, “Los Piraos” y “El Calambrito”. También concurrieron las charangas vecinas “Sal de Compás” de Tordesillas; “Botarate Chow” de Olmedo; “Vurladero” de Valladolid y “Meneíto” de Arévalo. Por último, acudieron a la cita “Atrevida” de Cantalejo; “El Soporte” de Segovia; “Los Duendes” de Palencia y “La Clave” de Salamanca.
Todo estaba preparado, los instrumentos esperaban bien afinados para sonar con todo su esplendor. Comenzó la ruta por los bares patrocinadores. Cada charanga tenía un punto de partida y diferentes locales que visitar hasta que todas se juntaron en la Plaza del Mercado.
Allí, cada agrupación fue subiendo una por una al escenario para lucirse en solitario ante el público asistente. Tras la actuación, todas ellas recibieron un obsequio conmemorativo.
Tras el parón por el fútbol, de nuevo se realizaron las paradas reglamentarias en los bares patrocinadores para, posteriormente, seguir el ritmo de “Tropycana” y concluir la fiesta en la céntrica calle Bravo.
Ya el domingo, las charangas se volvieron a reunir para celebrar la comida de despedida y prometer que se irán con la música a otra parte, pero que volverán a un evento que ya se ha convertido en un clásico en Medina del Campo.
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