Editorial

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Biogás, purines y estiércol
Parece ser que el Ayuntamiento y algunos promotores de industrias que aparentemente generarán malos olores en la villa, tienen sus ojos puestos en los aledaños del barrio de Las Claras.
Atrás quedan aquellos años en los que el alcalde, Crescencio Martín Pascual, tuvo que replegar velas con la autorización de otro proyecto que, de haber sido realidad, habría hecho llegar a Medina numerosos camiones con olores no deseables. La presión vecinal terminó por resolver el tema con un rotundo no.
Ahora de nuevo, el barrio de Las Claras y sus aledaños son los candidatos a recoger un nuevo proyecto que, de salir adelante, provocará el tránsito de miles de camiones y, en principio, y a pesar de todos los filtros y garantías demandadas, algún que otro olor e incluso una cierta contaminación acústica y de suelo, a tenor de las vibraciones y de los vertidos.
Hubo incluso un segundo caso, el de la famosa pasarela de La Mota, en el que el Ayuntamiento también debió dar marcha atrás, por presiones vecinales. Naturalmente que aquí no había malos olores y con la erradicación del proyecto, todo quedó resuelto; aunque no es así en el primer caso ya que, derivado del mismo, se anunció a bombo y platillo la aprobación de una Ordenanza Reguladora del Tránsito de Camiones por Medina del Campo, entre otras cosas para evitar malos olores. Ejemplo de tal ordenanza ya lo ha dado Olmedo no hace muchos días.
Como dato anecdótico, las empresas que han solicitado la licencia ambiental y la declaración de uso excepcional de suelo, y algunas más, tienen como factor común al empresario Alvaro Durán Guillén, figurando también en alguna de ellas, como consejera, Adriana Ulibarri Fernández.
El matrimonio Durán-Ulibarri contrajo sus nupcias en 2005 con presencia de varios miembros de la Junta de Castilla y León, encabezados por su propio presidente. Algo que nada tiene de particular ya que cada cual va donde le invitan y concurre a la ceremonia que quiera, como sucedió en la boda de la hija del ex presidente Aznar, a la que concurrió el alma mater del caso Gürtel, Francisco Correa.
Con todas las presunciones de inocencia, el paralelismo no deja de sorprender, aunque no por ello sea idéntico caso.
Y es que Adriana Ulibarri es hija del empresario José Luis Ulibarri Comenzana, imputado en la trama Gürtel, con fuertes vínculos con el Partido Popular y propietario, entre otras, de alguna cadena de televisión en la Comunidad Valenciana y de la empresa Begar, en épocas responsable de la recogida de cartón en varias provincias de Castilla y León.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA