Editorial

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Rectificacion municipal

Es sorprendente la postura del Ayuntamiento, que hace unos días exigía, bajo la amenaza de inicio de acciones judiciales, la rectificación de un artículo publicado en “lavozdemedinadigital”, relativo a la adjudicación de la Guardería Municipal “San Francisco”, a favor de una empresa participada por la mujer de un concejal.
Ante tales amenazas, “lavozdemedina digital” no dudó en rectificar el artículo en cuestión, modificando una “e” por una “i” en el nombre de la empresa adjudicataria, además de sustituir la palabra “Cultura” por “Hacienda”, al hablar de dos comisiones informativas, que se habían reunido casi de forma simultánea. Por lo demás, la versión digital mantuvo las declaraciones de la portavoz no adscrita, Ana María Vázquez Vegas, además de los datos que aportó de su cosecha propia, indicando que era, al menos, susceptible de ser ilegal que la mujer de un segundo concejal, a la sazón cargo de confianza, hubiese informado con más o menos puntuación la valoración parcial del expediente.
Dos semanas más tarde, el Ayuntamiento, bajo la Alcaldía interina de Javier Rodríguez, ha dado un golpe de timón ante un intento de rectificación del acuerdo de adjudicación, suspendiendo “sine die” y a la espera de los informes pertinentes, el tratamiento del tema en una Comisión de Hacienda que deberá dictaminar si los acuerdos que se adoptaron para dicha adjudicación fueron o no correctos. Y es que todo apunta a que un cargo de confianza no puede informar ningún expediente, ni total ni parcial, ni encontrarse en una mesa de contrataciones si no quiere transgredir la legalidad.
Todo este proceso conllevará, nadie ha de dudarlo, a la anulación de la adjudicación de la guardería; aunque aún está por ver en qué estadio deberá reiniciarse el proceso. ¿Será suficiente con evaluar de nuevo las plicas u ofertas ya recibidas? ó ¿habrá que realizar una nueva convocatoria con más garantías?
Nadie sabe qué razones han motivado esta nueva actitud del Ayuntamiento que, en función del “ius mutandi”, ha pasado a ser “El burlador burlado” de un teatro de tercera.
¿Será el miedo a las amenazas hechas por Vázquez en las que aseguraba que iría a la Fiscalía Anticorrupción con este tema?, ¿será la actitud del PSOE que hace unos días se reservaba el derecho de ir a los juzgados?, ¿será el voto de Andrés Serrano, que falló en el último Plenario? ó ¿será que se ha declarado una lucha intestina en el Ayuntamiento? Lo que está claro es que Rodríguez da la cara de forma consensuada o no con el alcalde, actualmente de vacaciones, para poner fin a temas casposos.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA