La verdad
Desde luego no ha sido sorprendente, porque ya se sabía que al final aparecería, el pago del anteproyecto de la Residencia de la Tercera Edad que en su día elaboró Arquitectura Base Europa, y que éste semanario denunció siempre bajo el lema “la doble factura”.
Era innegable que el Ayuntamiento, y más concretamente el alcalde, Crescencio Martín Pascual, terminaría por reconocer la existencia de un encargo de anteproyecto, aunque haya sido de forma indirecta, y por la puerta de atrás, al firmar una Resolución en la que figura el nombre de dicha empresa y la cantidad que deberá abonarse a la misma.
Tanto trabajo de ocultación de datos ha motivado que a una carta firmada por el propio alcalde en la que niega a dicha empresa el pan y la sal, porque no hubo anteproyecto, ahora tenga que venir un segundo documento que reconoce la existencia del mismo y el pago de 18.000 euros.
La diferencia radica en que la empresa solicitaba 36.951 euros por su trabajo que, entre otras cosas, sirvió para captar subvenciones de la Junta y para licitar y adjudicar el proyecto a la empresa sevillana UNIA, y al final, el Ayuntamiento pagará 18.000. Una contradicción de datos que en el mejor de los casos hace pensar que ha habido un arreglo entre ambas partes y en aras de la normalidad. No obstante, si lo malos pensamientos aflorasen, habría que pensar en otro tipo de razones en las que el libre albedrío de cada uno puede instalarse.
Es ya frecuente la bajada de pantalones por parte de algunas empresas que, habiendo solicitado por su trabajo los emolumentos que le corresponden, se ven despachadas sin más con la mitad de la cuantía y nunca se saben las razones espúreas y bastardas que mediaron para tales acatamientos, por parte del interesado.
Así las cosas, es razonable pensar, al menos, que desde el principio hubo una oscura negociación que, rota en un momento determinado y sin que se puedan probar ni publicar las causas conocidas, ha desembocado en los que es innegable para los medinenses: 18.000 euros a pagar con cargo a las costillas de todos. Como innegable también es que quien suscribió Decreto y carta a la empresa se contradijo, mintiendo en consecuencia a sus conciudadanos al hacer constar algo que luego se ha desmontado. Y si no fuera así, Martín Pascual debería exigir responsabilidades al Area de Urbanismo, que parece haberse configurado, en algunos temas, como un islote; aunque en otros, la “todopoderosa” titular del servicio técnico, despacha los asuntos de forma directa con la Alcaldía.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA