Redacción.– El alcalde de Medina del Campo, Crescencio Martín Pascual, suspendió mediante un “decretazo”, firmado el pasado día 5, las vacaciones del secretario del Ayuntamiento, Miguel Angel Malagón Santamarta, que habían sido concedidas de forma previa en un anterior decreto del 25 de marzo de 2010.
Asegura el decreto de Martín Pascual que se deja “sin efecto el permiso concedido a don Miguel Angel Malagón Santamarta, secretario de este Ayuntamiento, para disfrutar los días de permiso que le restan del año 2009, entre el 5 y el 14 de abril de 2009 (se entiende 2010), ambos inclusive, sin perjuicio de que se le reconoce el derecho a disfrutar esos días en otro momento posterior que el propio interesado comunicará a esta Alcaldía para su valoración y posible autorización, de acuerdo con las necesidades del servicio”.
Las razones que han motivado la resolución de Martín Pascual y que, en cierta medida intentan justificar la misma, tienen su origen en “la necesidad de que el secretario titular de este Ayuntamiento debe preparar y entregar el informe que, según consta en el extracto del acta (borrador) de la última Sesión Plenaria, de 23 de marzo, ha de emitir en cuanto a las alegaciones formuladas contra la aprobación inicial (se entiende definitiva) del Presupuesto General para 2010, al haberlo solicitado así más de un tercio del número de miembros de la Corporación y ello, como paso previo a un nuevo sometimiento a la aprobación del Pleno de la resolución de las alegaciones formuladas y, en su caso, aprobación definitiva del Presupuesto General Municipal para 2010”.
Se da la circunstancia de que el decreto que abroga Martín Pascual, de fecha 11 de febrero de 2010, “deja sin efecto la habilitación como secretario accidental de don Antonio Luis Martínez Prados, técnico de Administración General adscrito a la jefatura de sección de Secretaría General, entre los días 5 y 14 de abril de 2010, ambos inclusive”. De ello se deduce que la autenticación de firma del regidor que realizó el propio Malagón Santamarta, podría haber incurrido en el terreno de la ilegalidad, ya que en esa fecha él se encontraba de vacaciones y era Luis Martínez Prados el habilitado para ejercer la función de secretario de forma accidental.
En el fondo de las razones que esgrime la resolución del regidor medinense podría encontrarse un presunto castigo contra el secretario Malagón, que si bien no había emitido el informe preceptivo que solicitaron varios miembros de la Corporación, los componentes del grupo popular intentaron sacar adelante, sin informe de Secretaría, argumentando además la propia interventora que tal informe no había sido solicitado en la comisión informativa pertinente.
Por otra parte, y en el supuesto caso de tratarse de una represalia, las razones de la misma podrían basarse en el tono amenazante que, en defensa de sus derechos de fedatario público, esgrimió Malagón de forma previa a la imposición del nombre de dos calles, ya que el expediente estaba completamente vacío, sin constar en él ningún tipo de documento ni informe al respecto.
“No quiero perjudicar a nadie pero tampoco quiero que me perjudiquen a mí, y ésto sí que lo recalco”, tales fueron las palabras del secretario en este último punto alusivo a las calles, y que podría tener su origen en el conocimiento, pocos minutos antes del inicio del Pleno, de la presentación de una querella contra el alcalde, el propio secretario y dos concejales por una presumible alteración del acta de la Junta de Gobierno Local del día 15 de enero de 2010, en la que se habría incluido la presencia de dos concejales con el fin de que cobrasen la asistencia a un órgano de gobierno en el que no estuvieron.
Un «decretazo» del alcalde de Medina del Campo suspende las vacaciones del secretario del Ayuntamiento el día que comenzaban
La Resolución de Martín Pascual esgrime como motivo la necesidad de contar con la presencia del titular de la Secretaría para “preparar y entregar” el informe que solicitaron los grupos de oposición como trámite previo a la aprobación de los Presupuestos de 2010.
La advertencia de ilegalidad para imponer los nombres a dos calles de nueva creación, al no existir ningún documento en el expediente que aprobó el Pleno y que motivó duras palabras del alto funcionario, podría estar en el origen de la resolución del 5 de abril que anula sus vacaciones el mismo día que debían haber comenzado.
El propio titular de Secretaría autenticó la firma del decreto del alcalde, cuando, en teoría, estaba habilitado ya otro funcionario para el desempeño accidental de sus funciones, al estar incluido el 5 de abril como primer día del disfrute vacacional de Malagón Santamarta en una resolución que el regidor firmó el 11 de febrero.