J.S..- La localidad vallisoletana de Villabrágima se sume estos días en la intranquilidad que supone la existencia de 20 casos de cáncer entre vecinos que habitan en torno a una antena de telefonía. Por tal motivo, se han presentado 700 firmas en el Ayuntamiento pidiendo la inmediata retirada de las antenas de telefonía y un estudio epidemiológico que aclare las razones de lo que está ocurriendo.
Y es que a lo largo de los últimos meses ha brotado la alarma en Villabrágima, ya que alrededor de 20 casos de cáncer se concentran en un grupo de viviendas situado junto a una Estación Base de telefonía instalada hace 10 años de forma ilegal, ya que carece de las “licencias pertinentes”, según asegura un comunicado de la Asociación Vallisoletana de Afectados por Antenas de Telecomunicaciones, AVATE.
Añade el comunicado que este caso es “sospechoso”, ya que al aumentar la distancia a las antenas con respecto a la antena “desaparece tan alta concentración de enfermos de cáncer”.
Para AVATE “es evidente que las condiciones de vida en el pueblo son similares en cualquier zona del mismo, suponiéndose idénticos el agua que se bebe o el aire que se respira, por lo que se han recogido y presentado en el Ayuntamiento, el pasado día 11 de marzo, casi 700 firmas solicitando la realización de un estudio epidemiológico que aclare las razones de lo que está ocurriendo.
Asimismo se solicita, añade el comunicado, “como es lógico, la inmediata retirada de las antenas de telefonía”.
Para AVATE, “este caso trae una vez más a la memoria lo que ocurrió en el Colegio “García Quintana” de Valladolid, los casos de cáncer de Santa Marta de Tormes, en Salamanca; o los más recientes de Viana de Cega, así como otros muchos que se encuentran distribuidos por toda la geografía española.
Todos estos casos, asegura AVATE, “tienen como común denominador que no se ha realizado ningún estudio epidemilógico en sus respectivas zonas”.
Por todo ello, los vecinos de Villabrágima y la Asociación vallisoletana de afectados por antenas de telecomunicaciones “vamos a trabajar para que se tomen urgentemente las medidas pertinentes y las autoridades sanitarias dejen de escurrir el bulto como han hecho hasta el momento presente en relación con este grave problema de salud pública”, asegura el comunicado.
Las viviendas, en cuyo moradores se han detectado enfermedades cancerígenas, se encuentran ubicadas en las calles Arzobispo Goldáraz, Fructuoso de Paz y Constitución.