Editorial

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Presupuestos de crisis
El lunes, el Ayuntamiento de Medina del Campo debatirá, para obtener el beneplácito de una mayoría, garantizada en principio con los votos del PP y la UPMe, los Presupuestos Generales de 2010 que, de ser así, quedarán aprobados de forma inicial.
Es de esperar que el Grupo de Gobierno haya negociado con los representantes de los trabajadores el capítulo de personal, sin duda alguna el más elevado de todas las previsiones de gasto, al objeto de evitar que, por desacuerdos justificados y más en cuestiones de forma que de fondo, suceda de nuevo lo que Medina ya ha visto: la anulación de unos Presupuestos Municipales por un Tribunal de lo Contencioso, poniendo en peligro varios puestos de trabajo de personas que nada tenían que ver con la cuestión, teniendo que soslayar y bordear la legislación para cumplir la sentencia. Y estas cosas no se arreglan después, desde el punto de vista político, pidiendo la dimisión de nadie, que de todos quienes voten afirmativamente los Presupuestos es la responsabilidad.
A falta de datos concretos, no hay razones para no creer las afirmaciones que han realizado determinados concejales, en el sentido de que los Presupuestos Municipales de 2010 han anulado las partidas existentes que, en ejercicios anteriores, se destinaban al fomento del empleo mediante ayudas a las empresas.
Esta situación no parece de recibo en unos momentos en los que el Partido Popular Nacional solicita en el Congreso de los Diputados este tipo de ayudas para salir cuanto antes de la crisis por la que atraviesa el Estado. Y es que no hay que olvidar que Gobierno Central, Autonomías y Corporaciones locales son las que componen el Estado, ya que de lo contrario las transferencias de las que se benefician los “Estados Autonómicos” y la descentralización que asumieron en su día los Ayuntamientos, no habrían encontrado el marco jurídico constitucional para llegar a donde han llegado.
Por ello, es de esperar que los Presupuestos Municipales sean austeros en el gasto corriente, tal y como el PP Nacional reclama al Gobierno de España, e incluso llegue a afectar, en sus recortes, a la composición de la Junta de Gobierno, con un número de 8 concejales, inaudito por ser par y por estar compuesta por más de un tercio de los ediles; y, por supuesto, a los denominados cargos de confianza, que si en Madrid son muchos 547 para gobernar a 45 millones de españoles, la ratio es escandalosa en la villa, al ser 1 para cada 10.000 habitantes, mientras que en España tocan 82.000 españoles para cada uno de los denominados “estómagos agradecidos”.
Lo demás, habas contadas en un Presupuestos, a condición de que los datos en que se base sean verdaderos.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA