Editorial

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Teatro y teatro
Salvadas las distancias del número de habitantes de ambas poblaciones, en estos días dos localidades de la zona sur de la provincia se han sumido en el mundo del teatro con dos ofertas completamente distintas. Se trata de Olmedo y La Seca.
Hace ya cuatro años, la Ciudad del Caballero se lanzó a la aventura de realizar un festival teatral que se alumbró finalmente con el nombre de “Olmedo Clásico”. Las razones eran sencillas, la villa disponía de una sala de excelente factura, Centro de Artes Escénicas de San Pedro, y su nombre había pasado a la inmortalidad de la mano del fénix de los ingenios, con su excelsa obra, el Caballero de Olmedo.
De forma previa y todo planificado, la localidad había creado ya el Centro de Interpretación del Palacio del Caballero en el que con un recorrido a través de la historia se dejó constancia, al menos en una de las salas, de la pugna existente y de la forma de escribir teatro en el Siglo de Oro entre los tres “monstruos” de la época: Lope de Vega, Calderón de la Barca y Luis de Góngora.
Al más puro estilo del Festival de Almagro, Olmedo consiguió construir una corrala de comedias y supo rodearse de los mejores especialistas del teatro clásico; y no sólo de actores o directores y compañías, sino también de expertos en las Letras del Siglo de Oro que, a la postre, ofrecen ya, año tras año, diversas jornadas y simposios sobre el teatro de la época aludida, a los que se ha sumado este año el Congreso Internacional del Arte Nuevo de Hacer Comedias de Lope de Vega, con motivo del cuarto centenario del mismo. En el Festival y en sus actividades paralelas, incluidos cursos para actores, han terminado por implicarse la práctica totalidad de las instituciones del Estado, tanto centrales como periféricas.
Por su parte, La Seca con unos modestos presupuestos y con unas limitaciones de lo más diverso, se lanzó hace ya nueve años a la creación de una Muestra Nacional de Teatro Aficionado, a la que concurren, tras la consolidación de la misma, los más prestigiosos elencos de todas y cada una de las Comunidades Autónomas. La seriedad de la muestra y las dotaciones, modestas pero correctas, de los premios han hecho de este certamen aficionado un verdadero referente nacional, que a juzgar por la opinión de algunos miembros del jurado, que también ejercen dicho cargo en la Muestra de Teatro Provincial de la Diputación, ha superado a ésta, por lo que tanto La Seca como Olmedo son dos ejemplos a seguir.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA 

Teatro y teatro
Salvadas las distancias del número de habitantes de ambas poblaciones, en estos días dos localidades de la zona sur de la provincia se han sumido en el mundo del teatro con dos ofertas completamente distintas. Se trata de Olmedo y La Seca.
Hace ya cuatro años, la Ciudad del Caballero se lanzó a la aventura de realizar un festival teatral que se alumbró finalmente con el nombre de “Olmedo Clásico”. Las razones eran sencillas, la villa disponía de una sala de excelente factura, Centro de Artes Escénicas de San Pedro, y su nombre había pasado a la inmortalidad de la mano del fénix de los ingenios, con su excelsa obra, el Caballero de Olmedo.
De forma previa y todo planificado, la localidad había creado ya el Centro de Interpretación del Palacio del Caballero en el que con un recorrido a través de la historia se dejó constancia, al menos en una de las salas, de la pugna existente y de la forma de escribir teatro en el Siglo de Oro entre los tres “monstruos” de la época: Lope de Vega, Calderón de la Barca y Luis de Góngora.
Al más puro estilo del Festival de Almagro, Olmedo consiguió construir una corrala de comedias y supo rodearse de los mejores especialistas del teatro clásico; y no sólo de actores o directores y compañías, sino también de expertos en las Letras del Siglo de Oro que, a la postre, ofrecen ya, año tras año, diversas jornadas y simposios sobre el teatro de la época aludida, a los que se ha sumado este año el Congreso Internacional del Arte Nuevo de Hacer Comedias de Lope de Vega, con motivo del cuarto centenario del mismo. En el Festival y en sus actividades paralelas, incluidos cursos para actores, han terminado por implicarse la práctica totalidad de las instituciones del Estado, tanto centrales como periféricas.
Por su parte, La Seca con unos modestos presupuestos y con unas limitaciones de lo más diverso, se lanzó hace ya nueve años a la creación de una Muestra Nacional de Teatro Aficionado, a la que concurren, tras la consolidación de la misma, los más prestigiosos elencos de todas y cada una de las Comunidades Autónomas. La seriedad de la muestra y las dotaciones, modestas pero correctas, de los premios han hecho de este certamen aficionado un verdadero referente nacional, que a juzgar por la opinión de algunos miembros del jurado, que también ejercen dicho cargo en la Muestra de Teatro Provincial de la Diputación, ha superado a ésta, por lo que tanto La Seca como Olmedo son dos ejemplos a seguir.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA