Teresa García.- Los vecinos de la calle Cerradilla están más que hartos de la situación de suciedad y abandono a la que se encuentra sometida la parte trasera de los Juzgados, en la que, para más inri, en los últimos meses han proliferado las jeringuillas, puesto que se ha convertido en una de las zonas predilectas por los drogodependientes para administrarse determinados estupefacientes vía intravenosa.Los residentes aseguran que este hecho supone un “constante peligro”, ya que las jeringas se encuentran a la vista y al alcance de cualquiera, y “pueden originar más de un disgusto” a cualquiera de los jóvenes que de forma habitual se reúnen en la parte trasera del edificio de los Juzgados.
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