Editorial

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Cemento o aparcamiento

No dejan de llamar la atención las “obras” que ha acometido estos días el Ayuntamiento de Medina en la Plaza Mayor, consistentes en la aplicación de cemento -pocos sacos, la verdad sea dicha-, para adecentar el ágora medinense, con un criterio digno del patio de una casita molinera de aquellas que en otros tiempos existían en Medina y en los pueblos.
Más sorprendente es aún que se haya actuado, a modo de restauración, sobre un suelo que, deteriorado o no, requiere al menos diversas autorizaciones institucionales que, a juzgar por el estilo de “parcheo” con que se ha aplicado el cemento, son inexistentes.
El tercer elemento que llama la atención es que dichas obras, caras o baratas, se hayan financiado, según el concejal de Urbanismo, con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local, que, para el caso de arreglo de calles y plazas, ha destinado a  Medina 800.000 euros.
Y lo que ya colma el vaso es que si el Ayuntamiento, cuyo área de Urbanismo lleva “cacareando” desde hace años la construcción de un aparcamiento subterráneo en la zona ahora “parcheada”, tiene la intención de convertir dicha promesa electoral en una realidad, las obras, por pequeñas que sean, suponen, simple y llanamente, tirar el dinero.
Todo apunta a que con estas obras de “parcheo” se pretende dilatar en el tiempo la construcción del citado aparcamiento para una mejor ocasión, con lo que todo lo que se ha hablado a tal respecto es falso. Es decir, se ha mentido una vez más a los medinenses, tanto en este tema como en otros, entre los que destaca la falacia de la instalación en Medina de “Las Edades del Hombre” con motivo del sexto centenario de la visita de San Vicente Ferrer a Medina y de la instauración en la misma de las Procesiones de Disciplina, en el año 2011.
Así las cosas, tales proyectos y algunos otros que no verán la luz en la presente legislatura podrán incorporarse en el programa electoral del Partido Popular de Medina del Campo para las próximas elecciones, cuya candidatura encabezará de nuevo, nadie ha de dudarlo, don Crescencio Martín Pascual, ya que al parecer carece de relevo generacional y se encuentra abocado a continuar los senderos que en Galicia recorrió don Manuel Fraga Iribarne.
La tomadura de pelo ya es grande y los medinenses comienzan a estar hartos no de un partido político sino de aquellas personas que utilizan el mismo como su coto particular de caza.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA