Javier Solana.- La profusión de personajes, interpretados por sólo seis actores, bajo la dirección de Andrés del Bosque, con el apoyo de un montaje mecánico hasta el momento nunca vito en “La Cilla”, fueron la nota predominante de la intensa sesión del domingo, que puso de relieve un excelente trabajo de equipo por parte de los actores del elenco madrileño “La Jarana Teatro”.
Quizás sin aportar nada nuevo a la escenografía contemporánea -utilizando viejos artilugios mecánicos propios de principios del siglo XX – pero desarrollada ésta con exquisitez, tanto en el montaje como como en la actualidad del tema: niños paupérrimos que se ven obligados a emigrar con motivo de la Guerra Civil de España -bien pudieran ser de otro país en la actualidad- y que llegan a Río de Janeiro, donde los escuadrones de la muerte han hecho gala a su nombre haciendo desaparecer a numerosos “niños de la calle”, convirtiendo a aquellos en testigos de excepción.
Todo ello sin dejar títere con cabeza de una sociedad global e hipócrita que explota el trabajo o compra órganos vitales de niños para favorecer la vida de las clases privilegiadas.
Los actores de “La Jarana” dieron una lección interpretativa a mitad de camino entre la forma más tradicional del teatro experimental y el movimiento de los muñecos articulados. Por tanto, nada que objetar a la estupenda labor interpretativa de conjunto que desarrollaron Oiana Esparza, Rubén Nagore, Ester González, Laura Presa, Txema de Martín y Regina Ferrando, esta última encantadora y llena de una ingenuidad contagiosa que irradió en todo momento al público, instalado en esta ocasión en el propio escenario.
Drama para dar y tomar en el texto colectivo que ha coordinado desde el punto de vista gramatical José Sanchís Sintierra, plasmado en la escena con acompañamiento musical en directo, que corrió a cargo de la pianista Pilar Martínez, y una excelente escenografía e iluminación, de Goizeder Isko y Juanjo de la Fuente, respectivamente; aunque al mismo puede objetársele su larga duración.
Próximo fin de semana
Para el sábado está prevista la puesta en escena de “Todos eran mis hijos”, de Arthur Miller, que correrá a cargo del grupo madrileño “Racatá”, que sustituye al inicialmente anunciado “Teatro Estable de Leganés”.
Y el próximo domingo, de la mano de “Lo más crudo teatro”, de la localidad madrileña de Alcobendas, llegara a las tablas de “La Cilla”, la obra “Como si fuera esta noche”, de Gracia Morales.
Ambas representaciones, como todas las de la Muestra Nacional de Teatro Aficionado tendrán lugar a las 10 en punto de la noche.